Prometo publicar más seguido en esta Semana Santa ! Espero que les guste el nuevo capítulo ;)

Capítulo 22: Miedo a ser violada

Aquella mañana era igual que todas. Aburrida. Pesada. Interminable. Desesperante.
Era una mañana más en la vida de cada una de las personas que integraban el aula con aquellas tres jóvenes  o mejor dicho, con aquellas dos. Porque era la hora de matemáticas y Sandra no estaba.
Por lo menos no le había importado ni un poco que Rocio le prohibiera entrar a sus clases, así podría vigilar más horas a Pedro y consentirle.
Después en el recreo todo seguía igual, Rub con su sonrisa burlona haciendo rabiar a Cristina, y Cristina cayendo en sus trampas respondiendo le. Al principio cuando Sandra se enteró de todo se sorprendió bastante, pero después le quito importancia porque ahora para ella solo existía un hombre en el mundo, y todos los demás, podían hacer lo que quisieran y amar a quien quisieran.
Cuando llegó la hora de la salida con sólo salir de la puerta principal se paro en el empiece de las escaleras para buscarle. Ahí estaba, con esa maldita sonrisa que le daban ganas de quitar a bofetones, o ganas de quitarlo con un beso y...
¡Para para! ¿Recuerdas? tu le odias.- Pensó
Elsa sonrió ampliamente y bajo todos escalones corriendo como alma que lleva el diablo, algo que le extraño demasiado a Alonso ¿De verdad le sonreía a él? Después con un pequeño salto se tiro a sus brazos enredando su cadera con sus piernas y completamente feliz.
Alonso ya no sabía ni que esperarse. Aquella joven que le volvía tan loco era tan rara como guapa. Era bipolar. Ayer le odiaba y hoy se tiraba a abrazarle. Así que por probar intento besar la.
Sin embargo ella le dio un dulce beso en la mejilla y dijo contentísima:
- Hola tate- Después se bajo de su agarre y pudo ver la confusión en el rostro de los tres que la rodeaban.- Ya nos hemos reconciliado- Dijo abrazando fuertemente a Alonso.
Después se montaron todos en el coche y en el camino la conversación se retomo.
- ¿Por qué estabais cabreados?- Pregunto Pedro girándose en la silla para poder verles.
- Por que el otro día conocí a un chico super atractivo- hizo una pausa- ¿Sabes quién Sandra?
- ¿Quién?- Preguntó esta sin quitar la mirada de la carretera. Todo aquello la confundía tanto que nunca sabía muy bien si estaba contestando lo correcto ¡Por amor de Dios, Elsa nunca tuvo un hermano!
- El instructor de baile de Cristina, que el otro día me animé a ir con ella.
- Si, bueno- Dijo Pedro cortándola- ¿Y que paso?
- Qué bueno...- Intentó hacerse la tímida- tomamos unas copas y le invite a entrar en casa... y bueno...
- Entiendo- Dijo Pedro con una sonrisa socarrona.
- Pues luego cuando me desperté por la mañana el muy tonto de mi hermano- Miró a Alonso y le dio una colleja- Le estaba tirando la ropa fuera de casa, todo cabreado- Y todos menos Alonso comenzaron a reírse.
- Tio como eres, Como si tu no te hubieras acostado con tías una noche.- Y ahora aquello le hizo gracia a todos menos a Elsa.
- Bua,¡ pues no os he contado cuando de pequeño se comió su propia caca!- Y después de aquello se le ocurrieron otras miles de historias para seguir humillando le  mientras todos reían a carcajada limpia y otras veces ponían cara de asco.
Después como el día anterior se vio obligada ha bajar del coche por ser la maldita supuesta "hermana" de él. Aunque por haberle humillado un poco valió la pena tener que ir caminando a casa sola.
- ¿Por que hiciste eso?- Preguntó Alonso a Elsa una vez el coche arranco y paso la esquina.
- Bueno, soy tu hermana.
- Ya, pero no te pedí que lo fueras tan realmente. Me dejaste en humillación.
- Bueno- Se encogió de hombros- Yo ahora tengo que irme a casa andando sola y no me quejo.
- Entonces- Comenzó esbozar una sonrisa- Te jodió y te estas vengando.
- Te dije que te la iba a cobrar.
- ¿Y eso es todo lo que sabes hacer?- Se rió fuertemente, provocando "ecos"
- No dije que aquí acabará mi venganza, sólo ha empezado- Y después se desvió del camino hacia su casa, sin siquiera despedirse de él.


Por la tarde más de cien personas miraron su móvil al recibir un mensaje, ¡Rub por fin se había atrevido a dar la fiesta! y al parecer lo había pensado de improviso así que era justamente aquel día. Sandra estaba contentisima porque vería a Pedro arreglarse, a Cristina le daba un poco igual y Elsa estaba atacada pensando que vestido se pondría, porque hacia tiempo que no iba de compras.
- ¿Si?- Respondió Cristina aburrida.
- ¡Necesito ir de compras! no tengo nada que ponerme Cris, ¡Urgente!
- Vale vale- Se empezó a reír sobre el dramatismo de su amiga- Iremos de compras.

Después juntas se fueron de compras, aún así no encontraban el vestido perfecto para ellas dos asta que como suele pasar muchas veces, en la última tienda se encontraba todo.
Iban muy distintas, Elsa iba más formal, con un vestido negro precioso que contrastaba su cabello rubio y en cambio Cristina se decidió por un vestido ceñido a su cuerpo y blanco, era sencillo pero bonito, además compro un collar dorado que le quedaba genial.
- Entonces ¿Vamos ya?- Preguntó Cristina una vez que estuvieron totalmente arregladas.
- Pues...- Se retorció los dedos Elsa- No puedo ir contigo, antes tengo que hacer unas cosas.
- Ah- Se sorprendió- Pues entonces ¿Te espero allí?
- Me parece bien.

Cuando Alonso salió del portal con su traje se quedo paralizado al ver a la tía más buena del universo. Tenía un culo que tenía ganas de poder acercarse por detrás y tocarlo disimuladamente. Su cabello era rubio, pero el podía distinguir bastante bien que ella era castaña, y no poque la chica tuviera una gran raíz , simplemente una de sus primas era peluquera y aprendió batante. ¡Incluso sabía lo que ningún chico sabia! las puntas abierta.
Era delgada y vestía un vestido negro y una americana rosa que daba colo a todo su conjunto, sin olvidarse de esos tacones negros que le hacían desear sus piernas. 
Pero claro... todo se fue al traste con que aquella hermosa joven casi diosa, se giro y pudo ver sus ojos pardos, y aquella sonrisa falsa que ponía desde que se dejaron.
Echo todo el aire que había estado conteniendo y camino desairado.
-¿ Qué haces aquí?
- Esperarte dulce hermano.
-¿Dulce?¿Hermano?
- Si ya sabes, si eres mi hermana entonces deberíamos llegar juntos.
- No tiene por que, puedes llegar con tus amigas.
- Y que pasa si soy la típica hermana babosa que no se separa de ti
- Para- Dijo ala vez que paraba su paso- No pienso permitir que te entrometas en mi vida, es más, como me canses acabaré declarando que no eres mi hermana.
- Dudo que lo hagas- Dijo mirando al cielo, haciéndose la interesante.
- Porque
-Por que no te conviene, además si no lo desmentiste en su momento es tonto pensar que ahora lo harás. Más bien pienso que podría hasta chantajearte, pero como no soy como otros, no lo hago- Y sonrió ampliamente, señalo a un coche- Es ese ¿No?
- Si- La miró rabioso.

De camino a la fiesta cada uno pensaba en cosas diferente. Elsa en un plan de venganza contra él, quería asfixiarlo de sobremanera y estropearle la noche y de pronto le vino una idea perfecta, sonrió maliciosamente. Sin embargo Alonso debía admitir que aunque Elsa era rubia, era bastante lista. Le había cogido por lo huevos, y no literalmente,  ya le gustaría. Le tenía totalmente a su merced, pillado, calado, incluso como ella había dicho chantajeado en cualquier momento. Aquello le asusto, no quería que sus amigos se enterasen de que esta chica que sonreí maliciosamente sentada a su lado en el coche, no era su supuesta hermana sino que a la chica que más ha querido asta el momento. Y bastante más sería explicar que otra de las razones por las que dijo ser su hermano era para que ninguno le tirase los trastos.
Sus amigos no le comprenderían, y ni siquiera el mismo sabía porque cojones se había quedado pillado por Elsa, pero eso ya era un echo indudable, así que...
Después se bajaron del coche y cada uno se fue por su parte.
- ¡Hola!- Gritó Cristina para elevar su voz por encima de la música. Se la veía demasiado incómoda debido a que se encontraba con la parejita Sandra y pedro que se estaban comiendo la boca.
- Hola- Dijo Elsa abrazandola.
- ¡Ahora si que si puede comenzar la fiesta!- Y los de alrededor comenzaron a reirse
- ¿Qué quieres de beber?
- Mejor pidamos lo las dos, la última que me lo preguntaste desapareciste- Y Cristina la quiño un ojo.

- ¿Que queréis preciosidades?- Pregunto el camarero.
- dos vodka con coca cola. 
- Pues aquí lo tenéis  Les tendió las bebidas al segundo. Al parecer habían mezclado todo el licor por haber para poder hacer su entrega rápido.
- Chi chin- Dijo Cristina mientras golpeaba su vaso con el de su amiga.
- Eyeyeyei- Dijo Alonso quitando le la bebida de las manos a Elsa- Querida hermanita- Se acercó a su cuello agarrándola por detrás- Aún eres muy joven para beber- Y dicho lo dicho se fue con el cubata de Elsa a bailar.
Elsa estaba que echaba humos, simplemente había pensado de venganza un poco de bromas, pero aquello se acabo, se iba ha arrepentir claramente.
Después tuvieron que pedir otra bebida, menos mal que eran gratis.
- Hola- Las saludo el fiestero, agarrando la cintura de Cristina. Esto la recodaba a Elsa aquella fiesta en la que asistió con Sandra.
- Hola- Dijo ella un poco tímida.
- ¿Quieres venir conmigo a la habitación guapetona?- Pregunto Rub de forma burlona a lo que esta le dio un leve empujon.
- ¿Siempre eres así de tonto?
- No, solo cuando estoy contigo- Y Cristina s echo a reir. Sin saber bien como cuando Elsa giro su cabeza para poder encontrar a aquellos ojos color café y volvió a girar su cabeza hacia aquellos dos tortolitos ya no estaban ahí, así que avanzó entre la gente que bailaba, siendo manoseada por cada chico de un radio de cinco metros, asta que lo encontró, y justamente como quería con una chica.
Ella bailaba sensualmente por y para él, como si fuera una esclava, como si... la respiración se entrecortó cuando esta fijo los ojos en los labios de Alonso dispuesta a tirarse como una leona. Pero un sentimiento resurgió en el fondo del estomago de Elsa, y gracias al odio que sentía Edward Cullen contra Mike Newton, pudo reconocer que lo que estaba sintiendo era un odio irrefrenable contra aquella chica, más bien llamado, celos.
Elsa la echó un vistazo rápido y recopiló en un par de minisegundos la información sobre quien era, cuantos años tenía, que ropa vestía, con quien se iba, si tenía hermanos, donde vivía... y mil datos más. 
Después, antes de que sus labios tocaran los de Su hombre. No mejor no recordar eso. Antes de que sus labios tocasen a Alonso, ella lo impediría, y no por celos ¡Que va!, si no por venganza, o esa era la tonta escusa que estaba utilizando para correr hacia él y tirarse a su brazos de la misma manera que hizo por la mañana.
- Hola cariño- Dijo Elsa, intentando ignorar a aquella muchacha, 
- Hola- Sonrió Alonso, posteriormente al ver como la chica se giraba la agarro de la muñeca y vocalizó "es mi hermana"
Aquello le había jodido el plan, simplemente pensaba llegar y tirarse a su cuello, por lo cual la otra huiría al pensar que ella era su novia, pero no, mierda, los planes nunca funcionaban con aquel chico. La lucecita se le encendió
- ¡Me tienes que decir quien es esa tal Jessy!- Comenzó a reírse descaradamente, intentando parecer que no sabía que esa chica era la de atrás.
- ¿Qué jessy?- Preguntó sin entenderla realmente.
- Si, esa chica fácil que seguro te ibas a tirar hoy- Le miró y prosiguió- si esa que tenía tetas grandes y una cara para taparla con una bolsa ¿No te acuerdas? Jo, yo realmente quería reírme un rato.
- ¿Qué que?- Pregunto la tal Jessy desde atrás.- ¿Le dijiste eso a tu hermana? Sabes que... que te has quedado sin una noche de sexo.
- Espera- Intentó pararla Alonso, pero aquella chica ya había sido totalmente humillada por Elsa, y a esta no le gustaba hacer este tipo de cosas, pero aquel mamarracho engreído se lo merecía.
- Lo siento- Respuso Elsa con una risita nerviosa. Una vez cumplido su cometido se giro y salió de toda aquella gente restregando cebolleta uno con otros asta que una mano, o mejor dicho, su mano la agarro.
- Ahora mismo te vienes conmigo- Dijo Alonso totalmente furioso. La agarro y la llevo como un saco de patatas escaleras arriba, abrió una habitación en la que solo había una cama y la tiro en ella.
- Ahora que me has jodido mi noche, vas a tener que arreglarlo- Dijo mientras se desabotonaba unos cuantos botones de la camisa.
- ¿Qué que?- Repuso Elsa un poco asustada, pero valiente.
- Lo que has oído- Dijo mientras Elsa se levantaba de la cama y este volvía a empujarla a ella.
- Ni siquiera lo pienses un segundo, estúpido pervertido-  Dijo intentando levantarse de nuevo, pero Alonso la sujeto de la cintura para caer encima de ella en la cama.
Elsa podía notar una gota de sudor en su nuca, estaba aterrorizada. Alonso quería hacerla suya a la fuerza, y ella no quería. Además no era ni siquiera su novio, ella no estaba clara sobre si era el hombre adecuado y perfecto para su primera vez. Cuando Alonso se fue a acercar para dar un beso a Elsa esta empezó a pegarle en el pecho.
- Ni se te ocurra besarme a la fuerza- Dijo segura. Sin embargo Alonso paso olímpicamente de su advertencia y agarrando fuertemente de su cintura la atrajo hacia él. Pidió paso con su lengua, rozando el labio inferior de Elsa, pero Elsa no pensaba abrir su boca para dejarle entrar, ella no quería aquel beso ¡El no se lo merecía!.- Si no me dejas besarte entrare en tu boca sin permiso.
Sin embargo no se echo para atrás y siguió con la boca cerrada, asta como el mismo advirtió logro hacerse paso y acariciar su lengua con delicadeza, se lo esperaba más pasional. Le siguió el juego, asta que determino que ya era suficiente y le pego un fuerte mordisco en el labio.
- Au au au-  Se quejo Alonso tocándose el labio con sus dedos rápidamente. Aún así seguía encima de Elsa aplastando la y sin salida.- Maldita niña- Dijo mirándola encolerizado- Aquello ha dolido.
- Ah, yo te avise- Se limitó a decir.
Sin embargo  no tenía suficiente con la prueba de que cumplía su trato, volvió a besar la de improvisto. Acarició sus labios, e hizo un tormento dentro de su boca, rodeando su lengua con la suya. Después se separó satisfecho por haber sido correspondido asta que Elsa le dio una gran bofetada en su mejilla izquierda.
- Au- Se llevo la mano al pómulo.
- Yo que tu no seguiría intentándolo.
 Sin embargo este, llevado quizás por un masoquismo intenso, volvió a tirarse a sus labios, con más pasión, con más deseo, y esta como es de suponer volvió a darle otra bofetada, en la misma mejilla, para que doliera más.
- Valla- Se alejo Alonso de Elsa levantándose de la cama, pero sin soltar la cintura de esta para que no se le escape.- Me va a salir caro besarte.
- Inténtalo de nuevo y te juro que a la próxima será un puñetazo
- Tranquila, ya llegará el día que te mueras por un beso mio.
- Eso dijiste la última vez, pero ya veo que solo eres tu el que se muere por mi- Dijo señalando hacia su pantalón  donde se encontraba un indice de excitación revelada bajo los pantalones.
Más tarde salió de allí a tropicones. Bajo corriendo las escaleras y una vez llego al baño se peino como si nunca hubiera pasado nada. Sin embargo necesitaba un poco de aire, las lágrimas se asomarían de pronto a pronto por sus mejillas, y no quería que nadie se preocupará.
Salió corriendo de la fiesta y se sentó en uno de los bordillos alejados de la fiesta.
Todavía podía sentir el miedo en su pecho, impidiendo la respirar tranquilamente, por un segundo pensó que iba a ser violada sin piedad en aquel sucio cuarto. ¡Violada!
La primera lágrimas se asomo por sus pestañas, para recibir un pase. Estaba totalmente aterrorizada y con tan solo pensar en entrar a la fiesta, el pavor se revolvía en su estomago. De un momento a otro sintió como toda la bebida le cayo mal en su estomago, y empezó a sentirse bastante mareada.
- Hola- Dijo alguien, menos mal que no se permitió llorar- ¿Estas bien? Estas temblando.- ¡Ni siquiera se había dado cuenta de sus nervios reflejados asta ahora!
- Oh, no es nada, sera el frío- Mintió.
- ¿puedes hacerme un favor?
- Nose... no te conozco de nada.
- Soy Alberto- Extendió su mano, y al notar el estado de shock de Elsa el mismo se encargo de tomar su mano y sonreir la- El ex de tu amiga Cristina.
- ¡¿Tú eres Alberto?!- Gritó emocionada por conocerle. La pareja unida por el destino, que romántico.
- Shh- La silencio- Llevo días intentando averiguar algo para volver ha hacer que nuestros destinos se junten, pero no encuentro nada. ¿Podrías ayudarme?
- Primero necesito saber- Se posiciono con los brazos en jarras- Que intenciones tengo con ellas.
- oh vaya- Carcajeo, y después se puso serio- Ninguna más que hacerla feliz.
- Entonces... te daré un a pista para volver a reencontrarla, pero jamás podrás decir nada.
- De acuerdo
- De acuerdo- Esbozó una sonrisa Elsa olvidándose de su supuesta intención de violación por Alonso, aunque más calmada comprendía que aunque Alonso fuera un estúpido engreído arrogante conquistador, el nunca la tomaría a la fuerza, y sonrió.

4 Comentarios:

Anónimo dijo...

me encantaa!!

Anónimo dijo...

me ha encantaado! sube prontoo :))))
ANNA

AE dijo...

MUCHITAS GRACIAS :)

AE dijo...

MUCHICOTAS GRACIAS JAJAJAJ :) BESOOS ANNA

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