Prometo publicar más seguido en esta Semana Santa ! Espero que les guste el nuevo capítulo ;)

Capítulo 21: Una hermana, una nube y un chico atractivo

Elsa entro por la puerta pronto, como todos los días. Se sentó en su pupitre y así se quedo asta que la clase comenzó. Cristina estaba sentada en la otra punta de la clase¿Qué hacía allí? Ya ni siquiera se acordaba cuando las separaron.
De repente alguien llamó a la puerta, y Rocio- si, tenían casi todos los días a primera hora matemáticas- miró con odio el picaporte.
La puerta se abrió y dejo ver a Sandra.
- Fuera- La dijo sin reparos.
- Pero yo...
- He dicho que fuera, te dije que era la última vez.
- ¿Enserio me vas a echar?- Pregunto eufórica.
- Si, y no me levanté la voz, no quiero verla más en mis clases.
- Tenía cosas más importantes que asistir a su estúpida clase- Dijo alto, para que todo el mundo la oyera. Se giró y susurró algo así- como si sus clases fuesen tan importantes- Y dicho lo dicho, con toda la rabia del mundo cerró la puerta fuertemente, mientras Rocio irradiaba furia por cada rincón de su cuerpo.


***



- ¡Serás un engreído!- Fue lo primero que escucho al quitarse los cascos a mediados del descanso. Prometió cambiar, y no estaba segura de querer volver a una rutina en la que el no estuviera, pero claramente no podía seguir ahogándose en sus propios pensamientos. Cristina, con su voz normalmente suave y tierna, ahora se podía calificar más bien como horripilante y diez tonos más elevado de lo habitual. Esta gritando a Rub, algo que volvió a sorprenderla ¿Desde cuando este se integro de nuevo al grupo?
- Lo que te pasa es que estas frustrada- Dijo sonriendo socarronamente Rub. ¿Desde cuando las cosas cambiaron tanto?
- ¡Frustrada por que!
- Frustrada porque quieres saciar tus sueños eróticos conmigo y no te lo permites- Dijo abiertamente Rub.
- ¿Qué esta pasando aquí?- Dijo Elsa casi en un susurro, pero fue suficiente para que aquellos dejaran de pelearse y la miraran fijamente alucinados. Aún así Cristina se levanto del banco para irse- Espera- La paro Elsa sujetándola de la mano- ¿Donde vas?¿Qué os pasa?
- Suéltame- La ordenó fría.
- ¿Qué te pasa?- Dijo esta vez dolorida por su poco tacto.
- Qué tu decidas desconectar del mundo cuando se te plazca, no quiere decir que los demás no sigamos con nuestras vidas- y tirando de su brazo se fue de allí y Elsa detrás de ella.
- Espera- Dijo intentando alcanzar el ritmo de Cristina- Gracias eh- Dijo sarcásticamente mientras miraba los ojos de esta- ¿A que viene tanta agresividad?
- Mira, si no hubieras estado tan pendiente de ti, y...- Dijo poniendo una falsa cara pensativa-... de ti, te hubieras dado cuenta que no eres la única que tienes problemas.
- Lo siento- Dijo mientras entraban al baño- Se que últimamente he estado un poco rara- Cristina se subió en uno de los lavabos y saco un paquete de tabaco.- Eh- Se lo arrebato Elsa de las manos- ¿Desde cuando fumas?
- ¡VES!- Chilló histérica- ¿Sabes cuantas veces nos hemos metido en los baños para que yo fumase?
- ¿Enserio?
- Si y nunca me dijiste nada- hizo el amago de recuperar su paquete de tabaco.
- Si bueno, en cuanto a eso quería disculparme. Así que confiscado este paquete de tabaco.
- Vale- Encogió sus hombros- La verdad es que me da igual, tan solo lo hacía para llamar tu atención.
- ¿De verdad?
- Si- agacho rostro provocando que su larga melena tapará aquellos ojos azules.
- ¿Aceptas mis disculpas?
- ¿Te puedo pedir una cosa a cambio?
- Lo que quieras.
- Para la próxima vez que vuelvas a desconectar de todo, avísame.
- Me parece justo.
- Te he estado necesitando- Dijo elevando su rostro y dejando a ver sus ojos cristalinos.
- No llores eh- Acarició su mejilla.
- Es que, quiero que lo sepas. Se que quizás es un poco cruel, pero si no lo digo reviento- Hizo una pausa y suspiró- Te he estado necesitando todos estos días, y sin embargo tu no estabas. Parecías un zombi, contestabas cuando te preguntaban, eras la chica monosílaba. Pero yo mientras te necesitaba.
- Lo siento, prometo no volver a ponerme así.
- Qué sepas que te he odiado.
- Tranquila, yo también me he odiado a mí misma.
- Te echado de menos- Se bajo del lavabo para abrazar a Elsa.


Después las clases transcurrieron lentamente, como siempre. Cuando se acabó aquel maldito infierno las tres amigas fueron a sacar todo de sus taquillas cuando Rocio apareció.
-Tome- Le dijo a Sandra tendiéndole una hoja y esfumándose de allí
- ¿Qué es eso?- Preguntó Cristina
- ¡La maldita puta me ha puesto un parte!- Chilló, y sus amigas se quedaron paralizadas.
- La verdad es que hoy te pasaste un poco- Comentó Cristina
Después de recoger los libros salieron a la salida. Y fue allí entonces donde Elsa se quedo parada. Parecía una broma del destino, porque de nuevo seguía en el cuarto escalón observándole como hace casi un mes. 
¿Siempre tenía que aparecer el para destrozar su vida?
Además todo empeoró cuando se encontró con aquellos ojos negros como el café, tan negros que la ponía los bellos de punta. Pero ella se prometió cambiar, ella prometió ser feliz ¿Quién era el para acabar con sus planes? 
Una llama de esperanza aparecio en su interior ¿Y si el... y si viene a disculparse?
- lo siento- Hablo Sandra- Se me olvidó decírtelo,  le pedí a Alonso que cuidará de Pedro y le trajera hoy a la salida. ¿Te ha molestado?
- No. - Contestó a la vez que rompia aquel magenitsmo de miradas y se colocaba de nuevo el auricular en la oreja.
- Oye- Dijo Sandra volviendo a quitarselo- ¿Entonces que haces hoy?
- ¿Hacer de que?- Preguntó confundida.
- Si Elsa. Ya sabía que vivias en la paría ultimamente, pero no tanto. Siempre te montas conmigo en el coche y te dejo en tu casa.
- ¿Ah si?
- Si.
- Bueno en ese caso, si esa es mi rutina ¿Por qué debo de cambiarla por él?- Contesto, terminando de bajar las largas escaleras.
- Hola mi amor- Se tiro Sandra al cuello de Pedro- ¿Estas bien?- Pregunto separandose para mirarle a los ojos.
- Estoy como un toro.
- Bueno chicas yo me voy- Dijo Cristina despidiéndose de ambas.

Elsa no sabía donde meterse ¿Aquella decisión fue buena? Ahora mismo tenía unas inmensas ganas de llorar. Estar con él en el mismo espacio la ponía nerviosa y triste, porque ella sabía que las cosas no iban a volver a ser iguales. Además, ahora por su culpa recordaba aquel día que cortaron.
Miro a sus lados, conteniendo las ganas de volver a mirar sus ojos color café. No quería. Ella no quería, porque todavía temía seguir estando lo demasiado enamorada para perdonarle. Sentía que ya ni siquiera necesitaba una escusa.
Pero ella debía de seguir con su rutina. Debía de volver a ser ella, así que con el valor que pudo coger, se giro y paso su mirada por todo su cuerpo, examinando el mas mínimo cambio.
- Hola- Dijo él.
- Hola- Dije fría y con la voz entrecortada.
- Vaya tortolitos eh- Dijo apoyándose en la puerta del coche con una sonrisa. 
¿Qué hacía aquel idiota? Acaso pensaba que ahora podrían ser los mejores amigos.
- Si ya...- Dijo- Espero que no acabe con ella- Susurró.
- ¿Qué?- Pregunto desapareciendo aquella sonrisa.
- Que espero- Elevo la voz, como si estuviera tratando a un tonto- Que no acabe con ella.
- ¿Por que lo dices?
- Por nada- Dijo haciendo un vaivén de desdén con la mano- Simplemente espero que no juegue con ella.
- ¿Qué tal te va todo?- Si, estaba pesado con mantener una conversación mientras los tortolitos se decían cuanto se amaban y se habían echado de menos.
- Mira- Le miró fría- creo que esto podríamos ahorrárnoslo.
- ¿El qué?- Frunció el ceño.
- Esto- Dijo haciendo una señal con la mano- Ya sabes, ser educados y todo eso. También como yo sabes que ni a mi me importa tu vida, ni a ti la mía.
- Realmente si me importa- Le dolió.
- Bueno en todo caso, rectifico. A mi no me importa tu vida, y tampoco quiero que sepas nada de la mía- Y dicho lo dicho se volvió a colocar el auricular cortando cualquier conversación.

Después se montaron en el coche y el Elsa pudo notar la mirada de Alonso en ella. Aquello la estaba volviendo loca, y si al fin y al cabo tenía suerte para mantenerse lejos de él entonces... podría decir que estaba mejorando. Habría subido de nivel
Sin embargo cuando Sandra llego a la casa de Pedro las cosas se enfriaron.
- Bueno... Me voy- Dijo Pedro.
- Ahí no- Rogó Sandra- Quédate en mi casa, por fis.
- Vale- Echo a reírse. Fue a arrancar cuando la mano de Pedro la paro.
- Yo no bajo, pero Elsa y Alonso si.
- ¿Qué?- Pregunto Elsa con la voz demasiado elevada debido a la música. Apago el reproductor.
- Nada, que ya estas en tu casa- Sonrió Pedro.
- ¿Mi casa? Esta no es mi casa- Dijo un poco cabreada.
- ¿Como que no? Alonso vive aquí ¿No eras su hermana?
Ahora si que le entraban ganas de matar a aquel estúpido.
- Esto, si- Respondió Alonso- Será mejor que bajemos, hermanita- Le revolvió el pelo.
- No me vuelvas a llamar así- le miró con odio- Yo no soy nada tuya.
Pedro miró la escena impactado pero no le dio mucha importancia, todos los hermanos se peleaban a veces ¿No?

Elsa salió del coche echando humos, debía haber contado allí que ni era su hermana ni era nada, es más, le odiaba a muerte. Le odiaba demasiado. 
Intentó calentar sus manos, ¡mierda! encima ahora hacia frío y debía caminar sola hacia su casa.
- Gracias- Dijo Alonso intentando seguir su ritmo.
- No las quiero- Contestó seca.
- Bueno igualmente te vuelvo ha decir que gracias.
- No me las des, no lo hice por ti.
- ¿Entonces por quién?
- Por mi- Dijo, sin saber que decir.
- ¿Por ti porque?
- No soportaba más aquellos tortolitos.
- ¿Seguro que es eso?- Pregunto esbozando una sonrisa, sabiendo que mentía.
- Quita esa maldita sonrisa de tu boca- Se paro en medio de la acera y le miro... si las miradas matasen- Ahora por tu culpa debo caminar sola hacia mi casa, encima tu maldita casa esta más lejos de lo que el colegio esta de la mía, y para fastidiar hace un frío de muerte. A si que, más te vale quitar esa estúpida sonrisa.
- ¿Quieres que te lleve?- Ofreció.
- No, no te quiero deber nada a ti.
- No me deberías nada.
- Igualmente no ¿No me oíste?- Ladeo su cabeza y se dio un golpe en la frente con su palma.
- ¿Por que te das?
- Por que ni siquiera se por que acepte ser tu maldita hermana, soy tonta.
- Entonces te debo una, ¿Quieres que te lleve? no me deberás nada- Volvió a repetir mientras retornaban el paso.
- ¿Ah si?¿ me debes una? Entonces, desaparece de mi vida de una maldita vez.
- Eso es grosero.
- Bueno, tu me haces serlo- Se encogió de hombros.
- Haber espera- La sujeto del codo- ya se que la cague y todo eso, pero al parecer Sandra me ha contado que va empezar a asistir a clases...
- No me importa lo que te haya contado Sandra- Dijo cortante
- Te incumbe.
- Bueno en ese caso, no me toques y así podré escuchar
- De acuerdo- Dejo de agarrarla- Como iba diciendo, Sandra me ha contado que va ha empezar a asistir a las clases y como va a descuidar a Pedro, deberé cuidarlo yo en su ausencia, eso conlleva a que todos los días tenga que llevarle a la salida del colegio y volvamos a vivir esta estupenda experiencia- Dijo eso último con el sarcasmo impregnando su voz.
- ¿Qué? Oh no
- Si- asintió él.
- ¡Eso es imposible!- Gimió tapándose la cara por unos segundos.
- Así que será mejor que nos llevemos medianamente bien. Todos los días me harás el favor de aparentar ser mi hermana y todos los días te lo devolveré llevándote a casa con mi coche.
- No, esto no me puede estar pasando a mi- Miró hacia otro lado.
- ¿Tanto te molesta?- pregunto, empezándose a cabrear de su carácter infantil.
- No es que me moleste o no me moleste- Se sincero- Simplemente no quiero volver a verte.
- Pues siento decirte que me vas a ver bastante.
- No- Negó con la cabeza- Mira hagamos una cosa- Le miró- Hoy acepto que me lleves a casa, pero mañana ya me las arreglaré yo sola.
- ¿Como que te las arreglarás sola? Acaso piensas andar asta tu casa, con el frío que hace.
- Si eso supone no tener que aguantar tu presencia, si.
- Sabes que te estas comportando un tanto infantil. Entiendo que te sientas dolida, pero creo que lo estas llevando al extremo.
- Sinceramente... me importa una gran mierda lo que tu pienses de mi.
- A mi también me duele verte, en cambio intento elegir una opción que nos beneficie a ambos.
- Lo siento, pero no te soporto. No soporto tu hipocresía, así que mejor cambio de opción, me voy andando sola a casa- Dijo intentando retomar el camino...
- Haber espera- La volvió a parar.
- Te he dicho que no me toques- Se zafo de su agarre- dicen que a la tercera va la vencida- Le avisó.
- De acuerdo, dejaré de tocarte cuando dejes de intentar huir.
- ¿Me estas llamando cobarde?
- No, estoy diciendo que hablemos como personas adultas.
- El problema es que no quiero hablar contigo.
- ¡Me da igual Elsa! me estas sacando de quicio...- Intento tranquilizarse- mira esta vez no se trata de una relación amorosa ¿De acuerdo? no puedes taparte los oídos y no escucharme, joder.
- ¿Y si quiero no hacerlo?- Se acerco a él, retándole.
- Entonces me demostrarás que me equivoque contigo.
- ¿Que te que?- Pregunto en el límite de la furia- Mira sabes que, yo fui quien se equivoco contigo- Dijo rápidamente- yo pensé, yo era la que confiaba en ti, joder. ¿Y ahora tu te crees con derecho a venir a reclamar no se que gillipodez?- Si, cuando Elsa se cabreaba, sus palabras se enredaban en la punta de su lengua, como un trabalenguas difícil de decir- Eres un hipócrita ¡Y te odio!- Le gritó.
El rostro de Alonso cambio por momento y todo se mantuvo en calma, con el eco rodando por todas las calles "te odio".
- ¿Me odias?- Preguntó verdaderamente dolido.
- Si- Contesto segura.
- De acuerdo entonces... haz lo que te salga en gana, yo me voy- Fue a girarse cuando Elsa le agarro de la chaqueta.
- Tú no te vas a ninguna parte, me tienes que llevar en coche.
- No tengo que hacer nada de eso. ¿Me odias no? pues eso.
- Me lo debes.
- Me da absolutamente igual. Yo me piró.
- No- Dijo ella agarrando todavía de su chaqueta.
- Tú no quieres que te toque, ¿pero tu si tienes el derecho de tocarme a mi?
- Llévame a casa- le ordenó.
- No.
- Llévame
- Quizás... si me lo pidieras por favor- Empezó a aparecer una sonrisa en tu cara.
- Ni en tus mejores sueños.
- Entonces que te valla bien pasando frío- Dijo andando hacia su casa ahora que Elsa le liberó.
- Te prometo que como se te ocurra dejarme aquí te haré la vida imposible.
- Haz lo que quieras- Se encogió de hombros- ya te lo dije- Y así desapareció de la esquina.

¿Con qué esas tenemos eh? te vas a enterar- Pensó Elsa.


Después por la tarde las cosas siguieron su rumbo. Sandra seguía cuidando de su tortolito. Al parecer Pedro estaba superando aquella adicción, lentamente, pero la estaba superando. 
Sandra incluso estaba empezando a sorprenderse, por que ya incluso volvía ha parecer el pedro de siempre. Un  día cuando estaba en su regazo, sentados en la silla de la cocina fue cuando la confeso:
- Nose que hubiera echo si tu no apareces en mi vida. Al principio pensé ¿Por qué coño se empeña tanto en ayudarme? Sobre todo después de todo el daño que te hice. De engañarte, dejarte, con los vaivenes. Sin embargo tú siempre estabas ahí para ayudarme con cualquier cosa, entonces fue cuando me di cuenta de que eras una mujer especial, y me entro el miedo.
- ¿El miedo?¿ por qué?- Preguntó preocupada.
- Por que entonces me di cuenta de que yo no estaba a tu altura. De que tenía entre mis manos a la mujer más grande del mundo. Pensé que debería irme de allí corriendo y desaparecer de tu vida, buscar a aquel amigo mío tan guapo y bueno con las mujeres, presentaros y que quizás tuvieras una mejor vida. Que el te pudiera dar todo aquello que yo no podía. Por que yo no podía volver ha atrás para deshacer mis errores, pero el podía no cometerlos.
- ¿Me estas intentando decir que me vas ha dejar de nuevo? ¡No quiero a nadie que no seas tú!- Sollozo.
- No llores pequeña- Dijo arrancándole esas lágrimillas con el pulgar- porque no pienso abandonarte.
- Entonces…¿Qué paso?- Dijo un poco calmada.
- Entonces Paso que entraste por la puerta con tu mejor sonrisa, y también con el camisón más sexi de la historia- Sonrió más ampliamente mientras se levantaba de la silla para llevarla a la habitación, todavía ella enredada en su cadera.- te acercas a mi oído- Dijo mientras el se acercaba a su oído- Y me dijiste “te quiero”. - Se rió- y el mismo escalofrío que acaba de recorrer tu cuerpo, recorrió el mío en aquel momento. Entonces… bueno entonces me di cuenta de que era demasiado egoísta y que no te pensaba alejar de mi- Dijo mientras la tumbaba en la cama y se deshacía de su camisa
- ¿Y?- Pregunto ella, llorando de emoción.
- Y entonces sabía que yo no estaba a tu altura, y por ello me prometí por lo menos hacerte feliz todos los días de tu vida.



Desde ese día las cosas entre Sandra y Pedro andaban mejor, se sentían los dos en una gran nube esponjosa. Una nueve de felicidad.
En cuanto a Cristina esa tarde asistió a las clases de baile en las que se apuntó hace poco, y como quería volver a ser la misma amiga de Elsa de siempre, la llevó a ella también.
- Bailas  horriblemente mal- Se cachondeaba Cristina de su amiga.
- No le hagas caso- Dijo el instructor de la clase, el cual era el acompañante de Elsa en estos momentos. Era guapo. Tenía los ojos azules y una sonrisa realmente atractiva. Si, definitivamente, era sexi.- No bailas tan mal- Prosiguió, con su habitual voz impregnada de un acento francés.
- ¿Enserio?
- Si- La sonrió.
- ¡No le creas!- Chilló Cristina- Simplemente se ha enamorado de ti, con ese body que llevas puesto quien no lo haría- Se echo a reír, provocando cierto rubor en el instructor
- Cállate- Vocalizo Elsa, con su mejilla apoyada en el hombro de Noah, el instructor.

Después cuando se termino la clase de baile clásico las dos chicas volvieron a su casa riéndose. Mientras Cristina no paraba de decir algo así como:
- Noah y Elsa se fueron ha pasear y Noah le dijo: ¿Te quieres casar?- Decía con un tono infantil, recordando aquella vieja canción que cantaban en el patio del colegio mientras saltaban a la cuerda…

Y por fin Elsa, pudo sonreír por primera vez en su nueva vida. Aquel chico tan atractivo la hacía sonreír.

2 Comentarios:

Anónimo dijo...

me gusto mucho! solo espero que Alonso y Elsa vuelvan pronto a estar juntos :)
un besazo
ANNA

AE dijo...

Jajajaja bueno muchas gracias como siempre ANNA, y si ves este comentario te adelanto que mañana o pasado cuando publique, lo más seguro es que vuelvan a estar juntos.
UN BESOTEEEEEEETETETEETTE JAAJJAJA :)

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