Prometo publicar más seguido en esta Semana Santa ! Espero que les guste el nuevo capítulo ;)

Capítulo 15: Una cita chafada


Se dirigieron a la habitación de Sandra y una vez allí las dos se sentaron en la cama.
- ¿Qué te pasa Sandra?- Preguntó realmente preocupada.
- Yo, nose ni como empezar.
- Desde el principio.
- Entonces creo que el paso cero es pedirte perdón.
- ¿perdón por qué?- Se sorprendió
- Por que ya no somos las mismas. Hace tiempo que dejamos de dormir juntas todos los fines de semana, hace tiempo que no nos llenamos de chuches y nos reímos de tonterías.
- Si- Dijo Elsa asintiendo- Tienes razón, yo también te pido perdón. Pero ahora... cuéntame lo que ha pasado.
- Nada.
- Pensaba que volvíamos a confiar una en la otra- Contestó Elsa debido al silencio de San.
- Ha venido Pedro- Soltó al fin.
- ¿Y...?- La ayudo a proseguir.
- Y ha pasado lo de siempre- volvió a suspirar.- Ya no puedo más- Dijo Sandra abrazando a Elsa.
- ¿Otra vez Sandra?
- No puedo hacer nada en contra, le quiero, y quiero estar con él.
- Pero no ves que sólo te utiliza, que sólo juega contigo a su antojo.
- Elsa...- Dijo dudando sobre si contárselo-  Hoy fue diferente, el no me lo dijo, ni yo también quise preguntárselo pero... creo que anda en líos.
- ¿Que tipo de líos?
- Droga.
- ¿Droga San? Tú te estas oyendo- Dijo levantándose de la cama y subiendo la voz conforme avanzaba- tú crees que una persona así puede hacerte feliz.
- Si.
- ¡Debes de alejarte de él!.
- No puedo, el necesita ayuda. Le quiero, pero también es mi amigo, y si tengo que olvidarme de ciertos sentimientos para ayudarle a salir de lo que se haya metido, lo haré.
- ¿Amigo?¿Cómo puedes seguir considerándole un amigo después de lo que ha echo?
- ¿Acaso tu no perdonarías una y otra vez a la persona que amas?- Aquello fue como un puñal.
- No Sandra, ahí cosas en la vida que son imperdonables.- Dijo insegura en su interior ¿Ella perdonaría a Alonso si hiciera lo mismo que Pedro?... aquella pregunta rodó por su cabeza- Imperdonable fue la falta de respeto que te tuvo al serte infiel, y además cobarde por huir de la situación sin contártelo.
- Lose, se que tendría que desearle lo peor, y te juro que lo hago cuando no le tengo cerca. Pero cuando esta a tres centímetros de mi, algo en mi interior se colapsa. 
- Debes de alejarte de él- Volvió a repetir dando vueltas por la habitación- De momento vamos a empezar yendo a clase, y debes de pasar más tiempo conmigo, así cuando él decida regresar estés a mi lado y pueda cuidar de ti.
- No lo entiendes, no lo entiendes. No vas a poder pararme, lo siento Elsa pero creo que será mejor que te vallas.
- ¿Qué me valla? ¡¿Que pasa que hoy estáis todos locos o que?!- Dijo a punto de reventar.
- No me ayudas, no buscas soluciones.
- ¿Como que no?
- No Elsa, quiero una solución en la que este a su lado.
- ¿Ah si? Pues tengo una muy bonita- Dijo recogiendo sus cosas para irse de allí- Podrías inflarte tu también a cocaína y así pasar más tiempo con él.
- No digas tonterías- Dijo a punto de que ella saliera.
- O mejor- se paró en la puerta- Podrías ayudarle, intentar que saliera de ese mundo, sufrir lo que el sufra, podrías hacer una lucha en contra de su adicción. Pero antes de que decidas esta opción quiero que te quede claro, que esto con lleva a dos finales, el primero y mejor, que acabe saliendo del lío que se ha metido con tu ayuda y luego quien sabe si te vuelve a engañar, y el segundo, que tu acabes asta el cuello de cocaína también., y cuando eso pase, escúchame bien, cuando eso pase ya no podré ayudarte.

En otro lugar de la ciudad...


- ¿Donde quieres ir?- Preguntó Alberto con una sonrisa en el rostro.

- No lose- Contestó tímida e insegura.
- Donde tú quieras.
- No, ami me da igual.
- Sabes- Dijo desviando la mirada por un momento de la carretera- en verdad me da igual a donde vayamos.- A lo que ella asintió dándole a entender que a ella también le daba igual aquello.

Al final acabó aparcando en un sitio cualquiera. Caminaron juntos, pero sin entrelazar la pequeña y frágil mano de ella con la varonil suya, al final decidieron sentarse en el banco más próximo y una vez allí el primero en romper el hielo fue Alberto, justo como Cristina quería.

- Esto no se parece ni de lejos a una cita- Confeso.- Te mereces algo mejor.
- Y entonces ¿Qué hacemos aquí?- Esbozó una sonrisa.
- No lose. Podríamos ir mañana a cenar por ahí, yo invito claro esta.
- ¿Porque?- Pregunto frunciendo el ceño.
- Por que quiero ser un caballero, un príncipe.
- No hace falta- Dijo por orgullo a su fiel movimiento de mujer independiente.
- Si, podríamos ir al cine y...
- Pero yo me pago mi parte- Añadió.
- Qué más da, ami me gustaría invitarte.
- Y ami no, soy autosuficiente- Dijo con cierto tono de ritintin, sin olvidar que aquello no era una cita pero si era un antes de la cita.
- Oh valla, entonces eres de esas mujeres.
- Si te refieres de mujeres independientes con ganas de evolucionar si.
- Cada día me asombras más- Dijo ladeando la cabeza con cierta diversión- Y se supone que yo soy el que te saca cuatro años.
- Y dime...- Cambio de tema radicalmente- ¿Qué hacías en el supermercado? Quiero decir, no me estarás siguiendo ¿Verdad?
- No- Dijo acompañándolo de una carcajada.
- ¿Seguro? sería una manera bonita de demostrar que quieres tener una cita conmigo, aunque también acosadora.
- Bueno, en tal caso, quizás si.
- Ahora enserio, ¿Qué hacías allí?¿No se supone que vives en el pueblo de mis primos?- Preguntó realmente curiosa.
- Si. Pero mi abuela que vive aquí se puso mala, y decidí venir a ayudarla con las tareas domésticas y esas cosas.
- Que raro.
- ¿Por?
- Con todos los supermercados que ahí.
- Ya ves, quizás después de todo si exista el destino.
- Quizás, o simplemente fue una serie consecutiva de casualidades.
- Yo no creo en las casualidades- Afirmó acercándose al rostro de ella.
- Y yo no creo en el destino ¿Irónico no?
- ¿El que?- Preguntó absorto en el tema mientras vigilaba cada movimiento de sus labios.
- Somos puros polos opuestos ¿No te has dado cuenta? - Comento dando un pequeño mordisco a su labio inferior.
- No- Le vio tan cerca de ella, que miró su muñeca nerviosa
- Bueno ya es la hora- Se levantó deprisa- no le dije a mi padre nada y debe de pensar que me han secuestrado- A lo que el esbozó una sonrisa burlona.
- Es eso precisamente lo que he echo- La atrajo poniendo su mano en la cintura de ella.
- Si, pero tenemos que darnos prisa- Se zafo de su agarre.
-De acuerdo- Rodo los ojos, sin querer tener que hacer la caso.

Al día siguiente...


Las cosas entre Sandra y Elsa se habían enfriado más aún, incluso había un muró congelado entre las dos imposible de derribar. Elsa quería ayudar a Sandra pero sentía que ella había elegido el camino equivocado y que no podía hacer nada para hacerla cambiar de opinión, y Sandra pensaba que Elsa no la entendía. Cuando Cristina le comentó que su otra amiga estaba medio saliendo con Alonso, creyó que quizás Elsa pudiera ponerse en su piel y darla un consejo de verdad.

- ¿Qué os pasa hoy a las dos?- Preguntó Cristina en el descanso mientras se sentaban en su habitual banco.- Y no me digáis que nada- añadió.
- Es que no ha pasa nada Cris- Dijo Elsa poniendo una mano encima de la de Cristina.- Es más, por que no nos cuentas lo de tu medio cita, al final ayer no me terminaste de contar por el Tuenti.
Lo hubiera contado casi todo con pelos y detalles si no llega a ser por la inoportuna llegada de Rub a mitad de su relato, estropeando cualquier oportunidad de pedir consejo a sus amigas.
- ¿De que hablabais?- Preguntó Rub desconcertado, normalmente no solían quedarse calladas con que llegaba.
- Pues de la cita de- A lo que Cristina tapo la boca a Sandra para que no continuará.
- A la cita de hoy, hemos quedado- Sonrió ampliamente, disimulando.
- ¿Una quedada? y por que no me avisáis.
- Pensábamos que ya habrías quedado- Se adelanto de nuevo Cristina- Ya sabes, total, estaremos hablando de maquillajes, famosos y pelo.
-  Oh valla- Dijo aborrecido- ya entiendo, entonces lo siento chicas pero ya he quedado-  a lo que las tres se rieron.- Me voy un momento al baño.

- ¿Por que me has tapado la boca?- Pregunto por lo bajo Sandra al ver marcharse Rub.
-  Porque no quiero que nadie se entere ¿De acuerdo?- improvisó- ni una palabra a Rub.
- Pensaba que ahora os llevabais mejor por las clases- Dijo Elsa de forma casual.
- ¿Qué clases?- Preguntó Sandra, lo que Cristina echo una mirada furtiva a Elsa y esta pidió disculpas con la mirada.
- Es que Rub se ha ofrecido estos días a darme clases.
- ¿Te gusta?- Preguntó sin rodeos San, casi enfadada.
- No ¿Como crees? te estoy contando que tengo una cita.
- Quizás lo intentaste con Rub y como te rechazo estas probando la ley de un clavo saca otro clavo
- No, ¡por dios! . Ya te he dicho que no me gusta.
- Igualmente a ti te debe dar igual- Mascullo Elsa, y Sandra la miró de mala forma.
- Enserio, soy vuestra amiga- Comenzó Cristina- y puedo ver perfectamente como os inyectáis veneno con la mirada, ¿Qué os pasa?
- Pues pasa- Comento Elsa, sin poder reprimir sus ganas de explotar- que Pedro esta metido en drogas y esta inconsciente quiere ayudarle.
- Sandra eso no...- Pero Cristina no pudo continuar.
- Claro, porque le quiero y quiero estar con él- Comenzó su argumento clavando su mirada en Elsa-, le perdono todo el daño que me ha echo por que al fin y al cabo todos somos humanos y cometemos errores, y me gustaría que si algún día cometo un error el me apoyara pasase lo que pasase.
- Bueno en eso llevas...- Pero esta vez fue interrumpida por Elsa.
- En eso llevas razón, cuando estés asta el cuello de éxtasis y toda esa mierda, cometerás tantos fallos que necesitarás a alguien igual de drogado que tú para que te perdone.
- ¡Vasta ya!- Gritó al fin Cristina haciéndolas callar-. Tú- Señalo a Sandra- no te das cuenta de que Elsa quiere tu bien, y tú- señalo esta vez a Elsa- no te das cuenta de que el amor la ciega.

Después cada una siguió su camino asta el aula y no se volvieron a dirigir la palabra ni siquiera cuando acabaron por fin las clases y se encontraban bajando los escalones.
- Noto mucha tensión aquí.- dijo Rub.
- Si tu supieras...- Susurró Cristina.
- Oh, valla- Pronunció Elsa.
- ¿Qué pasa?- La preguntó Cristina.
- Mirar quien a vuelto- Señalo hacia Alonso.
Bajo las escaleras con aires de grandeza y se posó delante suya con una mascará arrogante.
- ¿Qué haces aquí?
- Venir a recogerte.
- Te dije que te vayas a la mierda.
- Y yo te digo que mi paciencia es ilimitada contigo.
- Déjame y no me sigas.
- Te voy a seguir- Dijo con la evidente prueba de seguir su ritmo mientras caminaban.
- Enserio, estoy cabreada y puedo pagarlo contigo.
- No me pienso ir.
-  Si no te vas me veré obligada a quitarte cien puntos.
- Sabes esto es una mierda- Dijo sin intentar sonar grosero- yo dejo que mi hermano cuide del bar un día para poder pasar una tarde contigo entera y tu decides pasar de mi. Si quieres que me vaya me iré, pero para siempre.
- ¿Otra vez amenazando?¿No te diste cuenta que tus amenazas no me afectan?
- No es una amenaza, sólo te estoy dando a elegir.
- ¿A elegir qué?- Preguntó enrabietada, sin saber bien porque.
- A elegir si quieres que este contigo de una vez o no.
- Ya te dije que estas en época de prueba.
- Que época de prueba ni que mierda, contesta- Sonó serio.
- No pienso contestar.
- Entonces lo tomaré como un no.
- Tómalo como quieras-volvió ha hacerle frente. Este se dio la vuelta pero antes de que diera más de dos pasos Elsa le sujeto del codo.- Perdóname  no quiero que te alejes de mi.- Suspiró resignada- Lo siento por como te he contestado, pero entiende que no es lo mismo pensar en la teoría de que te hubieras acostado con esa chica, que escucharlo de su sucia boca, incluso si me lo hubieras dicho tú, no me hubiera cabreado como lo hice- Comenzó a parlotear deprisa, las disculpas no eran lo suyo- porque se que no me lo dirías para hacerme daño sino para tenerme al corriente, de cuan lejos llegaste con ella. Te quiero y pensar que ella pudo haber tocado tu cuerpo me llena de rabia y furia. Además ya sabes que soy bastante orgullosa, rencorosa y muy sensible, así que no creo que te sorprendiera demasiado lo de ayer. Añadido que ayer estuve con Sandra y estaba destrozada por la culpa del memo amigo tuyo.
- Te perdono- Dijo mientras se giraba con una sonrisa socarrona. Analizando todo lo que ella había dicho a una velocidad sobrehumana
- Quita esa sonrisa si no quieres que te la quite yo.
- Oh, que bien suenan tus disculpas.- Se llevó las manos a la nuca.
- Te mataré como sigas regodeándote en tu triunfo.
- Bueno si me quitas la sonrisa a base de besos encantado.
- No justamente pensaba en besos.- Le miró furiosa, pero de nuevo sus ojos cambiaron, se suavizaron asta parecer un inofensivo gatito- Lo siento- Se acerco a el y acarició su rostro.
- Yo también siento no haberte dicho lo de la barbie- provocó una sonrisa de Elsa.
- ¿De verdad dejaste el bar a manos de tu hermano para estar conmigo?- Preguntó con ternura.
- Si.
- Eso es dulce- Se acerco a él y le dio un beso corto, para luego entrelazar sus manos e intentar seguir caminando, sin embargo él no movió ni un pie.- ¿Por que no andas? te quedaste pegado al suelo ¡o que!
- Quiero un beso de bienvenida- Dijo de forma caprichosa.
- Ya te lo di Alonso, venga anda- Tiró fuerte, pero él era aún más fuerte.
- Un beso de verdad.
- ¿Y como son esos?- Pregunto frunciendo el ceño y con los brazos cruzados.
- Te lo demostraré encantado- se acercó a ella y sujeto con la palma de sus manos su tierno rostro, miró sus ojos, y después se mordió nerviosamente sus labios provocando que ahora su mirada se posasen en los labios de esta. Lentamente y degustando su aliento poso sus labios en los de ellas, y con formas tiernas acarició con su lengua sus labios, su lengua, tratandola con delicadeza en cada segunda, provocando la algún suspiró que otro.- Ves- Dijo mientras se separaba de ella- ¿A que no era tan difícil?
- Con que no te movías eh- dijo levantando una ceja, y el movió la cabeza de un lado a otro, pensando por que aquella joven nunca podría responder a sus preguntas.
- Tengo una sorpresa para ti.
- ¿Cuál?- Se le iluminaron los ojos.
- Que cenemos juntos.
- Eh, esto, nosotros, cenar, por la noche esto... eh eh eh- Empezó nerviosa.
- ¿Qué pasa?¿No quieres?
- Si, si - Dijo casi tirándose a su cuello.
- ¿ No puedes?
- Mmm, si puedo.
- ¿Y que problema hay entonces?
- Que no tengo tiempo para arreglarme.
- De eso te preocupas- Se rió.
- Pues si- le abofeteo con la mirada.
- Anda vamos, será mejor que te acompañe ya a tu casa.

Después en la esquina que doblaba la calle a su casa se pararon para concretar la hora y poder despedirse. Se dieron uno, bueno no dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho se despidieron tantas veces entre risas que el número de "adiós" que pronunciaron eran incontables.
Feliz Elsa doblo la esquina sola mientras de vez en cuando se giraba para mirar a su príncipe... a veces era tan tonto, y la hacia tanto reírse.
- Ay- Suspiró como una enamorada.

Después abrió la puerta que daba el jardín y una vez dentro se encontró a su padre sentado en el sillón. Todavía no se hablaban.
- Siéntate- La ordenó Tom sentado en el sofá, ahora si, como típica película de terror.
- ¿Qué pasa?
- ¡¡¡COMO QUE QUE PASA!!!- comenzó a chillar asustando la.
- Nose...
- LO SABES PERFECTAMENTE BIEN, ¿COMO SE TE OCURRE? SI NECESITABAS DINERO NO TENÍAS MÁS QUE PEDÍRMELO.
- ¿Dinero? de que hablas papa...
- ¿QUÉ DE QUE HABLO? HOY ME CONTÓ UN COMPAÑERO DE TRABAJO QUE SU HIJO TE VIO TRABAJANDO EN UN BAR, ¿EN QUE COJONES ESTABAS PENSANDO? ERES MI HIJA, Y DEBES COMPORTARTE COMO TAL
- Eso tiene una clara explicación.
- NO QUIERO EXPLICACIONES NI NADA.
- Papa solo estaba ayudando a un amigo a...
- YA SABES QUE TUS ESTUDIOS SERÁN LA CARRERA DE DERECHO.
- y lo se papa, pero por favor, déjame explicártelo yo...
- NO QUIERO EXPLICACIONES- siguió gritando incluso más alto- ES MÁS, ESTAS CASTIGADA.
- ¿Castigada?- Pregunto ella anonadada.
- SI, así que -bajo el tono de voz al ver entrar a Esther por la puerta- ahora mismo subes a tu habitación y haces tus tareas.
- ¿Qué pasa aquí?¿A que se deben tantos gritos?- preguntó entrando con las bolsas de la compra en la mano.
- Nada, que va a pasar, lo mismo de siempre, tu hija, que es una irresponsable.
- ¿Mi hija?- Preguntó cabreándose ella también- querrás decir NUESTRA hija.
- Si.
- Como la vuelvas a chillar.....

Pero Elsa no quiso saber nada más de aquella discusión y subió a su cuarto, cansada de por que el destino se interesaba tanto de mantenerla encerrada en casa durante estos últimos meses. Después de pasarse horas tumbada en la cama decidió levantarse para cargar su móvil y encenderrlo.
Pi- un mensaje
Pi- dos mensajes
Pi- tres mensajes
Pi- cuatro mensajes
Pi- Cinco mensajes
Pi- seis mensajes
..... y así se tiró el móvil durante al menos diez minutos, pitando y pitando. Cuando los abrió se llevo la mano a la boca, se le había olvidado totalmente.

¿Quien era ese chico? ATT: A
¿Estas bien? ATT: A
Desapareciste pronto de la fiesta ¿ no quisiste verme al fin? ATT:A
Cada día estas más guapa. ATT: A
Me gusta hoy tu camiseta. ATT: A
Por que estarás tan triste últimamente. ATT: A

Y así una serie de mensajes seguidos uno tras otros interminables, bajo y bajo asta encontrarse con uno más largo de lo normal.

Eres tan guapa, hoy me he quedado empanado mirándote, me preguntaría porque estabas tan triste, y luego caí en la cuenta que si seguía con número anónimo no me responderías, en la dirección tienes mi mensaje.

Se llevó las manos a la boca, preocupada, no sabía que decir...

¿Tan rápido se me han adelantado? ¿o no es tu novio? Att: A

Y sonrió, seguramente se refería al estúpido de Alonso. Y entonces lo recordó ¿y su cita? mierda el había dejado el bar para poder tener esa cita, tenía que escapar de allí, tenía que huir por la ventana, o quizás llamarle para pedirle ayuda o quizás...
Cuando vio a su padre entrar por la puerta echando humos, dejo de idear planes.

5 Comentarios:

María. dijo...

No me pude resistir y al final le leí a las 5 jaja
Me ha encantado, pero odio al padre de Elsa
BESOS :)

AE dijo...

jajajajajaja LO SABIAA jajajajajajajajajjajaa yo también lo hubiera echo xD ;)
pues muchas gracias, enserio. Tus comentario siempre me hacen sonreir. Yo también le acabaré odiando 77 xD
bessoosss ! hasta la proxima entrada :)

María. dijo...

JAJAJAJAJAJA
No sabía que mis comentarios te hacian sonreir :')
Es que su padre no me gusta nada, espero que recapacite y la deje en paz
Hasta la próxima Besoos :)

AE dijo...

Pues claro que si :) encima siempre me comentas y me pone feliz :)
jjajajaja ya, ahí su padre.. essuper protector y eso xD
Besooss !

María. dijo...

Yo tambien sonrio y me pongo feliz cuando contestas a mis comentarios :))
Espero que el padre de Elsa al final sea majo y se le acabe queriendo xD
Besos

Publicar un comentario