Prometo publicar más seguido en esta Semana Santa ! Espero que les guste el nuevo capítulo ;)

Capítulo 13: Un trato, es un trato.


Los días pasaban y su corazón le iba olvidando lentamente. Desde aquella última vez que le dijo que le odiaba no volvieron ha verse. Ella, porque estaba realmente dolida y por orgullo. Y el ni siquiera sabía por que no se acercaba a disculparse.
Los días pasaban con tranquilidad, sin sorpresas, aunque es cierto que varias veces Elsa fantaseo con que Alonso vendría a buscarla a la salida del colegio, pero aquello, nunca sucedió. Incluso llego arrepentirse de que sus ultima palabras fueron queriendo hacerle daño.
En cuanto a Sandra no volvió a saber tampoco de Pedro. No quería verlo. No quería nada relacionado con él... sin embargo si había quedado bastantes veces con Rub con el que últimamente mantenía una gran amistad.
Y Cristina, bueno, no iba ser menos, tampoco supo de su bello príncipe.

- ¿Qué tal te fue el día?- Preguntó Rub a Sandra mientras se enroscaba uno de sus largos mechones.
- Mal, la profesora me echo por llegar tarde- Dijo triste mientras se sentaban para comerse sus almuerzos.
- Sabes he pensado en hacer otra vez una fiesta en mi casa.
- Ay si- Dijo Sandra olvidando el incidente con la profesora y agarrando las manos de Rub en forma de suplica.
- No hace falta que me pongas ojitos, lo tengo bastante claro.
- ¿De que hablan?- Preguntó Elsa sentándose con aquellos dos que últimamente parecían gemelos.
- En hacer una fiesta- Dijo Rub mientras Sandra soltaba sus manos y desenvolvía el papel de su almuerzo.
- Sí, por favor- Dijo con voz desesperada Elsa- Una fiesta me vendría genial, además últimamente ando bastante estresada por... esperad un momento- Dijo captando la atención de aquellos dos- No podemos- Dijo en un gemido ahogado- no recordáis que dentro de dos semanas tenemos todos los exámenes.
- ¿ Exámenes?- Dijo Cristina sentándose al lado de Elsa- Mira no me habléis de exámenes, la maldita profesora de matemáticas me ha suspendido el examen. ¡ Sabéis lo que significa eso!
- Ya- Dijo Sandra mientras pegaba un bocado a su bocadillo- Y a mi hoy me ha echado de su maldita clase. Como si fuera tan importante.
-  Literalmente la odio, la pondré en mi lista negra- Soltó Cris.
- ¿Tú lista negra? - Preguntó Rub.
- Si- Contesto Elsa por Cris- Es una maldita lista que ha creado donde apunta a la gente que deja de existir para ella.
- ¿Qué?- preguntó incrédulo Rub y comenzó a reírse.
- Ya yo también le dije que eso lo hacia yo en infantil- Contestó Sandra.
- Reíros cuanto queráis, pero si seguís así, os apuntaré también a vosotros- Dijo mientras se levantaba enfadada del banco.
- Woooo, que miedo- Grito Rub burlándose de ella.
- Dejarla en paz- La defendió Elsa, la cual ya se había levantado del banco para ir detrás de su ahora mejor amiga- Acaba de suspender un examen, no os burléis - A lo que Sandra y Rub asintieron y sintieron como la culpa les caía encima, sin embargo comenzaron a hablar acaramelados. Y se olvidaron totalmente de la fiesta.

- Cris ábreme la puerta- Dijo Elsa, escuchando el sollozo de su amiga- Ya sabes que esos dos son así de tontos, anda ábreme y deja de llorar.
- No- Contestó Cris en un hilillo de voz.
- Venga anda- A lo que su amiga salió por fin del cuarto de baño y se echo agua en la cara- No te preocupes, en realidad todo el mundo tenemos una lista negra, solo que mentalmente.
- No es eso.
- ¿Ah no?- Pregunto preocupada- Entonces que ha pasado.
- Mi madre se ha vuelto a ir. Hoy mismo por la noche entro en mi habitación cuando pensaba que estaba dormida y se despidió de mi.
- ¿Y por que se a ido?
- Porque todos estos días mi padre ha llegado a casa borracho.
- No te preocupes seguro que volvera- Dijo abrazandola.
- Además hoy vendrá borracho y la asquerosa de Rocio -la profesora de mates- le llamará para informarle de mi suspenso.
- Mira será mejor que vengas hoy a mi casa a dormir ¿te apetece? podríamos hacer palomitas, ver una película  haremos los deberes juntas, y si quieres te ayudo con las matemáticas que las llevo con sobresaliente desde que estuve ayudando con las notas a- Y entonces se tape la boca.
- ¿A quien? -Pregunto dejando de llorar.
- A... a Sandra- Dijo mostrando una sonrisa nerviosa.
- De acuerdo.
- Bien- Dijo queriendo desviar el tema- ¿Qué te parece como voy hoy?

No se lo esperaba, realmente no se lo esperaba. La sorprendió tanto que todavía seguía parada en el cuarto escalón  sin poder despegar sus ojos de él. Aunque por lo menos cuando vio a Sandra a su lado no se sentía tan sola.
Llevaban semanas y semanas sin saber nada uno del otro, sin saber ni siquiera si seguía vivo, desde aquella vez que salio de la puerta del bar, fue como cerrarle la puerta de su vida.
Tenía tantas cosas que decirle, tantas cosas por las que disculparse, tantas cosas que se quedaron en el aire, sin embargo todo aquella fue sustituido por una furia infernal que le quemaba por dentro. Miles y miles de veces había fantaseado con el momento en el que el fuese a buscarla a la salida del colegio para pedirla perdón y comportarse como los caballeros de los libros de amor, sin embargo el venía con bombas, mismísimas bombas explosivas que destruyeron aquellas fantisias con las que había logrado soñar durante bastantes horas; y todo por que una rubia barbie se había colgado literalmente del cuello de Alonso y le había besado con toda la naturalidad del mundo
Como si aquellos labios la pertenecieran ¡Já! se rió para sus adentro. Esos labios la pertenecieron a ella antes, esos labios la seguían perteneciendo. Tenía una gana feroz de ir asta allí y arrancarle unos cuantos mechones a esa estúpida, podría pasar por su lado y disimuladamente empujarla para que se callera al lodo que estaba a pocos centímetros de ella, o podría ir detrás suya asta que estuvieran a solas y amenazarla de muerte, o quizás también ir allí y montar una escena de celos haciéndola enterar a la chica de que la verdadera novia era ella, pero... ¿Y si ella solo fue la otra? Eso la volvió a destruir el corazón y dejo de tener pensamientos malignos en su cabeza. Él nunca quiso nada con Elsa, ¿quizás por eso? Quizás ya tenía a otra, quizás ella fue una más, quizás si sólo quería sexo y se equivoco al mirar en sus ojos y ver el amor que ella sentía por el, quizás... quizás y solamente quizás.
-Maldito bastardo- Susurró sin querer todavía moverse.
Quería ir y gritarle lo sucio que era y lo mucho que le odiaba, quería volver ha hacerlo de nuevo. Quería incluso abofetearle la cara y cortar sus labios para que nadie más que ella pudiera besarle . Quería secuestrarle y que estuvieran en un sitio solos donde pudieran...
Espera- Pensó  para si misma- ¿Yo le odio, por que voy a querer pasar la tarde con él?
Sin embargo planes maquiavelicos seguían cruzando su mente, asta que los ojos de Alonso se posaron en ella de forma descuidada, como si no hubiera tenido la intención de haber mirado hacia esa dirección, y una vez echo se llevara una sorpresa y no pudiera despegar sus ojos.
Entonces fue ahí cuando se sumergió en su color café, fue ahí cuando su orgullo, o su odio desapareció por un completo dolor que la inundaba sin dejar paso a ningún sentimiento más.
Sus ojos lentamente le jugaban una mala pasada nublando su vista. Ya incluso no podía ver casi si nada, menos a aquella muchacha de cabello rubio que minutos antes le beso.
Miro a su izquierda donde se encontraba a una Sandra con el corazón partido, por que aunque se habían alejado y pensaban que sus vidas ya no tenían el mismo camino, se equivocaban. Porque Sandra también tuvo que ver a Pedro con otra, Sandra también paso en el momento exacto por los mismo sentimientos.
Sandra miro a Elsa. Y Elsa miró a Sandra.
- Ahora- Dijo Sandra con voz pastosa- Si podrás comprender que te gritará aquel día que me dijiste que me entendías cuando aquel cabrón me dejo.- Y después de lo dicho se metió entre la gente y se fue.
Elsa sin embargo camino con paso lento, sin querer analizar lo que acaba de ver, sin querer creérselo  Cuando llego al último escalón no sabía donde sus amigos se habían metido, ni tampoco donde tenía que ir, se había olvidado totalmente de todo, asta que un mano agarró su brazo. Se dió la vuelta con una lágrima en el ojo resbalando por su mejilla, y levanto la cabeza esperando que se tratase de Cristina.
- ¡Qué haces!- Chilló nada más darse cuenta de que se trataba de Alonso- No me toques, ¿Me escuchaste?- Dijo mientras se quitaba brutalmente aquella lágrima.
- Yo...
- ¡Te dije que no quería volver ha verte! ¿Acaso no lo entendiste?. Eres un completo retrasado que necesita un croquis ¿O que?. Además que coño haces tú aquí ¿Me sigues? ¡O que! Joder, maldita sea.
- Cariño ¿tienes problemas?- Dijo aquella rubia apoyando su barbilla en el hombro de Alonso.
- No- Dijo seria Elsa.- Me das tanto asco- Le dijo con furia a Alonso.
- Todo esto no ha sido mi culpa- Dijo Alonso, olvidándose totalmente de la razón por la que se presento delante de Elsa.
- ¿Cómo que no? ¿Quién es esa?- Pregunté con desprecio.
- Su novia, guapita- Contestó aquella rubia- Anda vayámonos Alonso- Dijo tirando de él.
- No ves tu, tengo un problema que resolver.
- Yo no soy ningún problema- Dijo Elsa criticando todo lo que el decía.
- Vayámonos anda- Tiró más fuerte esta vez aquella chica de él.
- Suéltame- Se cabreo Alonso con ella- He dicho que vayas con ellos y que ya os alcanzaré.
- Vale- Dijo la rubia sin querer hacerle caso.
- Esa chica es mi novia- Dijo una vez que se encontraron solos.
- Ya lo vi.
- Nosotros hubiéramos podido ser felices si no hubiera sido por tu culpa.
- ¿Por mi culpa? y ¿Felices? yo nunca sería feliz contigo, te odio, no entendiste. ¡Sólo sexo! dijiste una vez, pues fíjate que para mi tú no significaste ni eso, solo un simple chico con el que pasar algún día que otro.
- ¿Un simple chico con el que pasar un día que otro?- Preguntó el desconcertado.
- Si, no te enteras que ahora me voy liando con todo el que se me cruza- Dijo ironizando- Es que, bueno, ya sabes ¿no? soy ese tipo de chica.
- Toma, te dejaste el fular en mi bar- Dijo tendiéndoselo y yéndose sin más.

En otro lado de la ciudad...

No sabía muy bien por que, pero de un momento a otro se encontró a solas con Rub, el cual le pidió disculpas por que le dijo en el recreo, pensó que seguramente que andaba en aquel periodo en el que las chicas cambian sus humos repentinamente.
- ¿Podrías venir a mi casa a explicarme matemáticas?- La sorprendió Rub en un momento de su charla.
Aún de camino a la frutería seguí recordando aquella conversación tan extraña donde acabó aceptando. Pero tenía cosas más inteligentes que pensar, ¿Qué debía comprar? Desde que su madre se fue, tenía que hacer demasiadas cosas de la casa, pero ella era de perderse en sitio pequeños, ¿Entonces... como lo haría ante aquel gran supermercado que tenía en frente?
Más que un supermercado parecía un monstruo que la acechaba.
Con miedo y sin otra opción entro por la puerta grande.

Después de tirarse dos horas comprando por culpa de que se perdio en la sección de congelados y un empleado le indicara la caja, por fin había llegado a casa.
Miró el reloj y se dio cuenta de que ya llegaba media hora tarde a la cita con Rub, espera... ¿Ella había pensado en cita? Vas a una clase de refuerzo, no seas tonta- Pensó.

Por lo tanto decidió no arreglarse demasiado, una vez llego al portal y este le abrió todas las puertas, se sentó en el sofá en el mismo sitio que ahora estaba esperando a que Rub viniera con los materiales adecuados. Y entonces fue ahí cuando se dio cuenta de lo tonta que había sido, ¡Ella había suspendido matemáticas! ¿Cómo cojones le iba a explicar a una persona matemáticas si ella no era el mejor ejemplo? Las manos empezaron a sudar de puros nervios.
- Lo siento por llegar tarde- Dijo un tono más alto de lo normal para que Rub la oyera.
- No pasa nada, te estaba esperando y no tenía nada más que hacer, tranquila.- Dijo esto entrando por el salón y sentándose cerca de ella.
- Esto Rub.
-¿Si?-Preguntó él abriendo el cuaderno.
- He suspendido un examen de matemáticas- Dijo esperando que aquello lo dejase claro.
- Ya- Dijo sin más.
- ¿Entonces?
- Entonces... nos cambiamos papeles y soy yo el que explica- Cuando ella fue a replicarle siguió hablando- Ya se que tenía que haberte avisado, pero para lo poco que te conozco no hubieras aceptado que alguien te ayudase, además te lo debo por haberme reído por lo de tu lista negra, sólo que nunca lo había escuchado.
- Ya, en verdad, se que es una tontería, últimamente hago demasiadas. Debería de romper esa lista y...
- Ey ey- Dijo el acercándose más de lo que hubiera querido Cristina- Tienes derecho de hacer aquella lista.
- Sabes que es lo peor- Dijo débil mientras le miraba- Que mi madre es la única a la que he apuntado.
- ¿A tu madre?- Preguntó sorprendido- Seguro que luego se pasa y...
- No- Le cortó- Se a ido, y  me prometió que no se iba a volver a ir.
- ¿A volver a ir?¿Donde se ha ido?¿Por que se ha ido?
- Bueno ella... esta harta
- ¿Harta de que?
- Será mejor que...- Dijo incómoda- empecemos con matemáticas- Miró su reloj- Dentro de poco me tengo que ir.
- ¿A donde?-Preguntó realmente curioso.
- Con Elsa.
- ¿Tan tarde?- Preguntó absorto- ¿Qué haréis?
- Rub- Dijo poniendo inconscientemente su mano en el brazo de él- Los estudios.
- Si- Dijo sin querer desviar la mirada de ella- Los estudios.- estaba desconcertado, sin saber muy bien porque tenía tanta curiosidad sobre su vida, era tan diferente a Sandra. Ella un libro cerrado mientras que Sandra todo lo contrario, y sin embargo sentía un gran misterio ahora por Cristina, nunca pensó que guardara tantos secretos detrás de esa sonrisa que siempre tenía.


Después de unas horas...

-¿Donde te habías metido?- Dijo en voz alta mientras bajaba las escaleras.
- Lo siento, es que Rub me ha entretenido.
- ¿Rub?- Preguntó cogiendo el abrigo de Cristina y colgándolo en el perchero.
- Si, se ofreció a darme clases de matemáticas- A lo que Elsa la miró extrañada- ¿Qué pasa?
- Tú nunca aceptas los favores de la gente.
- Ya. Pero no quería rechazarle, nunca hablo con él, pensé que sería bueno para el grupo.
- Ah- Respondió sorprendida- ¿Has traído las películas?
- Ay... se me ha olvidado, lo siento.Pero no pasa nada, hoy van a echar una romántica.
- Ah, romántica.
- ¿Tienes algo en contra? Siempre te gustan.
- Si, sólo... que pensé en zombies, acción sangre.
- Anda vamos que ya estará empezando.

Después al final vieron aquella película de amor que las hizo llorar. Y mientras Elsa la miraba, sentía su desdicha en el campo del amor. Alonso nunca la quiso, por lo menos si le comparamos con ese príncipe de esa película, ahora si que tenía claro que entre ella y él no podría darse nunca algo.
Después de reírse,  de comer palomitas y mil chucherías más decidieron irse a dormir. Sin embargo Elsa no podía parar de darle vueltas a la película, comparándola con su historia de amor, que ahora parecía un historia absurda. Hasta que el sonido proveniente de la ventana la sobresalto. Con miedo se levanto mirando lo dormida que se encontraba Cristina, ¿Y si se trataba de su padre borracho?
- No, no creo- Dijo por lo bajo. Cuando llego, subió la ventana viendo dos manos agarradas ahora en el borde del filo de la ventana, pero no el filo de fuera si no el de dentro, su habitación. Cuando le vio, el corazón le latió tan fuerte que sintió que le iba a explotar. Sintió tantos nervios, tanta furia, que retrocedió dos pasos y al no estar agarrando la ventana, esta que estaba rota, bajo de golpe. Elsa echo corriendo a abrirla pero cunado miro hacia bajo ya era tarde, él estaba tirado en el suelo.
Bajo corriendo e intentando ser silenciosa por la escaleras, ni siquiera cogió un abrigo asustada, y dio la vuelta al jardín asta verle todavía tirado en el suelo.
- Lo siento, ¿Estas bien? Háblame por favor- Dijo mientras su manos nerviosa y temblando acariciaban su pelo.- Por favor abre los ojos y mírame. Por favor Alonso. Yo lo siento.
- Valla- Dijo tosiendo con la garganta seca- nunca te imagine disculpándote.
- No intentes ser gracioso ahora.- Y cuando el hizo el amago de levantarse, Elsa le paro con la mano- No te muevas, puede que tengas algo roto.
- Creo que tienes suerte y no te vas a librar tan rápido de mi- Dijo mientras apartaba la mano que le retenía y se incorporó con ayuda de Elsa.
- No digas eso ni en broma- Le golpeo el hombro.
- Au- Se quejo.
- Lo siento- Dijo Elsa acercándose a él- ¿Estas bien?, lo siento yo...
- Shh- La silenció.- Besa me- La pidió.

Se quedo quieta, el frío de la noche no la había provocado un escalofrío, sin embargo aquella palabra hizo más que eso. ¿Besarle? por que tenía que besarle, si daba igual, ellos nunca estarían juntos. Entonces...¿Por que debía de besarle en vano? Si nada iba a cambiar. Ella seguiría pensando que el es un estúpido egocéntrico, que nunca admitiría que la amaba. Aunque ya ni siquiera estaba segura de si el la amaba, y más sobre todo por la escena de hoy al mediodía.
Además no quería volver a ser la otra. ¿Besarle? besar esos labios que horas antes otra a besado e intercambiado su saliva con la de él. Con la que se suponía que era suya, aunque Elsa siempre le tomó como suyo sin derecho... pensaba que era ese tipo de relaciones a las que no le pones etiquetas pero queda claro que es algo exclusivo, algo de tu eres mio y yo tuya. Pero claro, cándida de ella le creyó, o mejor dicho quizás formó una nebulosa de fantasías a su alrededor.
¿Y que ganaba besando le?  Estaba claro que lo deseaba pero... quizás la felicidad del momento no sería suficiente por todas las lágrimas que derramo, y menos aún, después, cuando el se vuelva a ir con otra y ella se quede llorando en su ausencia.
El se quedo esperando su beso, con los ojos abiertos, testigo de las dudas que se formaban en los ojos de Elsa.
- ¿No vas a besarme?¿Ni aunque te lo haya pedido sinceramente?
- No. Ya no obedezco tus ordenes.
- No es una orden- Dijo mientras agachaba su cabeza y negaba.
- Entonces menos aún pienso besarte.
- ¿Qué te pasa?- Dijo acercándose a ella, como si ella fuera la que se había caído de la ventana.
- Nada- Dijo mientras veía el reflejo de su frío rostro en los ojos de él.
- Si- Dijo retrocediendo de ella- estas cambiada.
- ¿Te gusta?- Pregunto de forma irónica mientras sonreía.
- No.
- ¿Por que? Quizás por que ya no babeo por el suelo que pisas, Quizás por que ya no te obedezco, o quizás por que ves el reflejo de cuanto te odio.
- ¿Me odias?
- Si.
- Y aún así te preocupas por mi- Dijo mirandola fijamente, incredulo de que le odiase.
- En todo este tiempo no me has importado, ni siquiera he pensado en ti, así que si, no me preocupas.
- Sabes- Dijo riendose sarcasticamente- Es irónico lo que dices, cuando hace apenas unos minutos corrías a ver si me encontraba vivo.
- Soy buena persona después de todo. ¿Que querías que hiciera? Que te dejase tirado en el suelo.
- Oh es verdad, si eres un alma bondadosa-  Se rió.
- No me hace gracia, debería de haberte dejado tirado y que te murieras- Dijo mientras se daba la vuelta para volver a la habitación y quizás poder conciliar el suelo.
- Espera- La agarró del brazo, mientras mostraba en su rostro el dolor que provocaba su ausencia- No te vayas.
- ¿Y entonces que quieres que haga? Qué me deje envolver por tus falsas palabras- Dijo elevando la voz- Qué te crea cuando después de enfadarnos apareces con otra en la puerta de mi colegio, que al final te bese,pero... ¿yo que soy en tu vida? nada verdad, por que un beso solo es un beso ¿no? eso dijiste tú, el sexo solo es eso, sexo.
- Olvídalo, antes decía demasiadas payasadas.
- Si, olvida tú también aquella vez que hice la tontería de enamorarme de ti. ¿Trato?- Pregunto, llevando la ironía a levantar su mano para estrecharla con la de él.
- ¿Enamorada? Estas enamorada de mi.
- No, ya no, no vale la pena.
- No te creo.
- No me conoces, no sabes como soy. No sabes el tiempo con el que mis sentimientos pueden cambiar.
- Si lose, lo se cuando me hablas con tanto rencor.
- Y que, es sólo eso, rencor ¿Recuerdas?
- Rencor por aparecer en la puerta con otra ¿No es eso?
- Quiero te alejes de mi- No le contestó.
- No estas contestando a mi pregunta.
- ¿Y qué? Tú tampoco contestas a las mías.

Se hizó un silencio eterno asta que Alonso volvió ha hablar.
- Besame- La volvió a pedir.
- No, ya te dije que no. No quiero. No lo deseo.
- Ten cuidado- Dijo él- Quizás, la próxima vez que te pide que me beses, sea la última.
- Entonces mejor ¿No?
- Eso deseas, que me valla
- Eso prometiste, prometiste desaparecer.
- Y eso he echo.
- ¿Entonces que te trae por aquí?
- El amor- Respondió.
- ¿El amor? ¿Tú puedes sentir eso?
- Si- Dijo seguro sin quitar su mirada de la suya- Yo tampoco creía que pudiera ser así, pero tú... tú haces que desee cosas que nunca imagine.
- ¿Como cuáles?
- Hacer el amor contigo.
- Já- Se rió fuertemente- Eso siempre lo deseas, pero no sólo conmigo, si no con...-Se quedo pensativa- Con la tres cuartas partes del pueblo, si evaluamos que la otra cuarta parte sean feas que no quieres.
- Te equivocas. Y no me gusta lo que dices. Eres tan fría que no pareces tú, pero me da igual, por que se que al igual soy la causa, puedo volver a convertirte en la que eras.
- Tú la causa, por dios, no te creas tan importante.Y... ¿Acaso te crees que transformarte en otra persona es así de fácil? ¿Que confiar en ti también es así de fácil? Además por hacer el amor, lo haces con todas.
- Te equivocas, aunque suene mal, siempre en toda mi vida lo único que he echo es follar, sin embargo, contigo si quiero probar hacer el amor. Cuidarte entre mis brazos, provocarte placer, hacerte feliz, cuidarte, tratarte delicadamente en cada subida y bajada de nuestros cuerpos, besar tu cuerpo. Descubrirte, explorarte detenidamente. Si, quiero hacer el amor contigo, y nunca lo había deseado con nadie más.
- ¿Debería sentirme especial?
- Si
- Y también debería haberme sentido especial hoy al mediodía.
- Por dios, ya te he pedido perdón por todas aquellas payasadas, te pedí que lo olvidarás.
- Pero las cosas no se pueden olvidar chascando los dedos.
- Si te los propones si.
- Entonces me propongo olvidarte- Dijo mientras chascaba los dedos- Ves, no funciona así de fácil.
- También deseo casarme contigo- Soltó, sorprendiéndola  -Si ya lo se, es una idea de lo más loca, pero así es. Deseo que me perdones y que me des una oportunidad.
- ¿Otra? Sabes... cuando voy a la vieja tienda del padre de Sandra, a veces cojo un despertador, un secador. Pero siempre acaban estropeados y termino tirándolos a la basura, pensando que las tiendas de segunda mano, no son buenas. Y me propongo no volver a comprar nada allí. Pero de pronto, aparece una vieja moto, malgastada, y me informan de que nadie ha sido lo suficiente valiente para hacerla brillar. Y entonces, la doy una oportunidad. La quiero, la cuido, la llevo al mecánico para que la arregle los desajustes  La pinto, pero no la graffiteo, solo la hago ver más bella. ¿Pero sabes como termina la historia? termina que al parecer todo era un cuento, aquel mamarracho que intento vendérmela  solo me mintió sobre su pasado para llevármela, tampoco me contó lo fría que era la moto, y lo poco que agradecía las cosas. Y un día, cuando fui a utilizarla para ir al colegio, me cambio, se fue con otra dueña.
- Lo se, me he comportado como un estúpido, se que no tengo derecho de venir aquí.
- Entonces vete- Interrumpió
- No puedo. -Dijo en un suspiró.
- ¿Por qué?
- Porque se que si me voy, todas las cosas que deseo hacer contigo se irán al vació.  No puedo irme si se que no te tengo. ¿No lo entiendes? Esta no es sólo mi oportunidad, es nuestra oportunidad, la única que tenemos.
- Es muy fácil metaforizar cuando tú corazón no esta en juego- Se burlo, repitiendo aquellas palabras que algún día le dijo.
- Lo siento, pero ahora el mio se esta abrasando, y tu eras la única que puedes salvarlo.- Se acerco a ella de nuevo, en un último intento- Besame, por favor- La pidió

No supo muy bien porque, si por que su mascara de fuerte se rompió  o por que simplemente todo lo que el decía era cierto, pero se acerco sin poder volver a resistirse a su petición, y junto sus labios con los suyos. Permitiendo que le robase el corazón en aquel beso, permitiendo volverse a enamorar de él, aunque duda que alguna vez haya dejado de estarlo. Le beso con necesidad, necesidad desde hace un mes. Con pasión y más tarde con la ternura que había estado soñando estos días en su ausencia.
Hasta que de pronto alguien carraspeo su voz.
- Alguien puede explicarme que es todo esto- Dijo Tom, con la bata puesta y clavando su mirada al muchacho- Un trato, es un trato.
- Lose, y lo siento, pero acabe totalmente enamorado de tu hija.


12 Comentarios:

Anónimo dijo...

Mee encantaa! Sube pronto porfavoor!
ANNA

Anónimo dijo...

Me gusta mucho tu novela, escribe pronto el siguiente.

María. dijo...

Hola:)
Me escanta, casi lloro y todo con la declaración de Alonso. Cada día me gusta más tu historia. Besos:D

AE dijo...

Muchas gracias :) prometo no tardar mucho en subir el próximo, además como acabo de terminaar el primer trimestre todavía queda para los próximos exámenes :)
besos ! y gracias por comentar

AE dijo...

Muchas gracias Anna :) como le e dicho al comentario pasado publicaré pronto seguro xD. Gracias por leerme siempre :) Besooss !

AE dijo...

Holaa :)
Jajaja muchas muchas gracias jaja en verdad yo también casi lloro mientras lo escribía. Muchas gracias de nuevo :) y gracias también por leerme xD
besooss ! :)

Anónimo dijo...

Me encanta!! casi me pongo a llorar con la declaración...
y lo del trato del final¿??¿
sube prontitoo!! besos :D

AE dijo...

Jajajaja muchas muchas gracias :) ahora veo que me leen muchos anónimos jajajaja y muchas gracias por comentar me hacéis sonreír y tener ganas de publicar ahora mismito jajajajaja
ya yo también casi lloró mientras la escribía.
jajaja si lo del trato del final... mmm... lo corte ahí para que os quedarais con la curiosidad en el próximo capítulo se revela eso y por que Alonso parecía tan bueno al principio y luego un arrogante estúpido jajajaa
subiré pronto :) besooss!!

Pequeñas ilusiones(L) dijo...

¡¿Me puedes explicar porqué escribes tan sumamente bien?! Dame un poco de tu talento ehh jajjaja
qué decir..., mira cuantas personas han comentado esta vez tu historia!!
Me has hecho llorar y todo ^^ ¿Dónde puedo encontrar a algún chico como ese? jajaja
Bueno supongo que estoy hoy espesa hasta para escribir un comentario, pero bueno quería repetirte como siempre que me emocionas cada vez que escribes :)
No te voy a exigir que subas pronto porque sé que una escritora como tú necesita buena inspiración para bordar las historias que escribe, pero ya sabes que estamos todos/as impacientes para seguir leyendo :)
Mil besos y gracias por leerme tú también que me ha alegrado el día :D

AE dijo...

Jajajajajaja no escribo tan bien xD, tu escribes mejor :) y tu un poco del tuyo.
pues si, la verdad es que conforme me voy olvidando de que me comenten, y me voy centrando en mejorar la historia me comentan más personas. Quizás esa es la clave escribir por que te gusta.
jajajaja ya como ya e dicho jajaja yo también estuve a punto de llorar, me hace recordar bastante a épocas pasadas mías xD
muchas gracias :) jajajaja si la inspiración algo que últimamente me esta viniendo muy seguido xD, muchas gracias de nuevo pequeñas ilusiones, besos y no hay de que, espero que subas pronto, que sigo esperándote :)

Sandra dijo...

Me encanta tu historia, ayer una amiga me paso el link de esta página, y con que comencé a leer el primer capítulo no pude parar. Me encanta de verdad y espero el siguiente capítulo ansiosa, espero que publiques pronto.

AE dijo...

Oh muchas gracias, hoy de verdad me estais haciendo sonreir con tanto animo que me dais :) de verdad que publicaré pronto si no es hoy seguramente mañana, aunque no lo prometo, besoos ! y gracias por leeerme

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