Prometo publicar más seguido en esta Semana Santa ! Espero que les guste el nuevo capítulo ;)

Capítulo 12: Te necesito, te quiero. Pero aléjate de mi

Cuando Sandra se desperezo miro alrededor ¿Donde estaba?.
- ¿Donde estoy?
- En mi casa- Contestó Pedro que estaba tumbado a su lado.
- ¿Qué haces aquí?¿O que hago aquí ?- Levanto las sábanas suplicando que no fuera lo que pensaba- ¡¿Qué?! ¿Lo hemos echo? mierda mierda- Dijo cogiendo sus cosas.
- ¿Donde vas a ir así?
- No lose. Pero... como que estas tan tranquilo, aprovechado- Le tiró una zapatilla.
- Para, para- Contestó Pedro- No hicimos nada.
- Seguro- Dijo Sandra con una bota en la mano.
- Si.

Después Pedro se quedo mirando cada movimiento de Sandra, y también como se volvía tan rápido como vino.

A la mañana siguiente en otro lugar de la ciudad...

El sonido del móvil la despertó  No quería moverse, todo sus músculos estaban totalmente cansados y pedían un poco más de paz, sin embargo la luz del sol que se filtraba por su persiana anunciaba que ya era hora de levantarse. Se levantó asta el escrito y buscó el móvil entre todas aquellas prendas que estaban desordenadas. Ya incluso podía notar la histeria al ver su cuarto de esa forma. No le gustaba la gente desordenadas ni irresponsables y para colmo no encontraba el móvil.
- Donde estas- Pregunto sabiendo que el móvil no tiene vida propia y no iba a hablar- Por fin te he encontrado- Dijo cogiéndolo fuertemente.

Necesito que bajes, Alonso.

Miro el mensaje todavía desconcertada, pensaba que ya había dejado bastante claro que no pensaba volver a aquel bar de mala muerte, y menos y si el se lo exigía por su maldito secreto. Si sus amigas se enteraban de todo lo que les había ocultado lo más seguro es que se cabreasen bastante, y no quería provocar enfados, así que abrió su armario y después de ponerse lo primero que cogió bajo las escaleras silenciosamente para que sus padres no se despertarán. Bajaría pero estaba segura de que esta vez no aceptaría sus ordenes.
Cuando abrío la puerta de casa y le vio delante suya, estuvo a punto de darle un infarto. Corrió asta la puerta que daba a la calle y dijo.
- ¿Que haces aquí?- Dijo mirando hacia ambos lados, y metiendo sus manos en los bolsillos del abrigo de forma nerviosa.
- Buscarte, tenemos que hablar.
- Vale pero... aquí no- Dijo andando calle arriba y dejando a Alonso atrás.- ¿Que quieres?- Dijo una vez que doblaron la esquina.
- Pedirte perdón, creo que no estuvo bien exigirte que me besarás, y no pienso jugar a nada.
- Valla- Dijo realmente sorprendida- gracias entonces.
- Y también tenía que pedirte un favor.
- ¿un favor? Pensaba que yo era tu esclava- Dijo quitándose un poco el cabreo.
- Si, porque se que pedirte un favor es casi, casi como exigirlo, eres tan amable que no te atreverías ha negarme lo.
- Entonces, dime, ¿Qué quieres que haga?- Dijo más contenta.
- Necesito tu ayuda en una materia.
- ¿Acaso es que además de trabajar estudias?
- Eso no te lo voy a decir- Dijo rudo- pero te lo agradecería e incluso podría dejar de chantajearte con lo que me contaste. En verdad sólo espero que me odies y punto- Dijo sorprendiéndose por aquello ultimo que se le escapo decir.
- ¿Por qué quieres que te odie?- Pregunto Elsa olvidando todo lo demás.
- Eso ahora mismo da igual, ¿Me ayudarás o no?
- Si, claro. P-pero -Dijo si poder olvidar el otro asunto ni importante para él- ¿En cuál?
- En matemáticas.
- Entonces es esta echo.
- Pues vamos- Dijo Alonso comenzando a andar.
- Espera- Le paró Elsa- ¿A donde vamos?
- Al bar.
- Ah no, no pienso volver allí.
- Por favor- Dijo Alonso.
- Mira si quieres... vamos a una biblioteca y allí te ayudo.
- Ya- Dijo tocándose la nuca- Pero es que también necesito que me ayudes con lo del bar.
- ¿Qué? ni loca.
- Por favor Elsa. Si lo haces... nose, si lo haces te dejaré en paz para siempre ¿Vale? no volveré a molestarte ni a pedirte favores- Sin embargo y sin saber porque Elsa sintió menos ganas de ayudarle- Seré amable contigo- Añadió.- Y tú tendrás las mesas impares y yo pares- Pero Elsa sólo acepto al ver un pequeño brillo asomarse por lo ojos de Alonso.
- Vale, vamos.

Después todo sucedió sin más imprevisto ni enfados, cada uno atendió a la mesa que tenía que atender  cada uno hacia lo que tenía que hacer. Sin embargo Elsa se tomó un pequeño descanso al ver que todas sus mesas ya habían sido atendidas y apoyo su barbilla en su mano donde su codo se encontraba encima de la barra del bar. Sus ojos deambulaban de un lugar a otro asta encontrar a la persona que quería encontrar. Iba con la bandeja llena de cervezas hacia una de las mesas.
Había sido amable y no se acordaba de la última vez que lo fue con ella. Sólo tenía que ayudarle unos cuantos días más y después desaparecerá de su vida. Pero aquello la asusto bastante ¿Desaparecer? No sabía bien por que pero quería que toda su vida fuera así, con él, ayudando le con el bar y con sus estudios, estar cerca de él.
- Pero que estas pensando- Susurró Elsa para si misma golpeándose con la mano en la cabeza.
- ¿Por que te golpeas?- Pregunto de forma burlona Alonso, mientras recogía mas cervezas.
- No lo se- Respondió esbozando una sonrisa.
- No lo vuelvas ha hacer, no quiero que mi chica preferida lo haga- Dijo intentando añadir un tono bromista. Por el contrario no lo consiguió y ahora era el, el que se dio un manotazo en la frente pensando por que cojones dijo eso.


Luego cerraron la puerta del bar y le ayudo con las matemáticas, todo aquello le resultaba tan fácil, que cuando el no entendía algo la estresaba.
- ¿Como no vas a entenderlo?- Pregunto Elsa.
- Pues no, no lo entiendo, perdóname señorito lo entiendo todo- Dijo el también al borde de la furia.
- Es bastante fácil, son logaritmos por dios.
- Sabes que, mejor déjalo- Dijo Alonso mientras recogía los libros- Déjalo.
- No espera- Le paro, poniendo una mano en la hoja donde se encontraban para no perder la intentemos lo de nuevo, me exaspere demasiado pronto.
- No- Le dijo duramente- De acuerdo, se acabó todo. Soy un imbécil y no entiendo nada. Unos sirven para estudiar y otros solo servimos para servir cervezas a los borrachos- Dijo haciendo que la culpabilidad de Elsa aumentase.
- No, espera, por favor- Dijo Elsa casi colgándose del brazo de Alonso mientras este volvía a la barra.
- Suéltame Elsa, he dicho que se acabo. No podré ayudarlo por que soy un inútil  Dijo cabreado depositando los libros encima de la barra, aunque no se dio cuenta de que esta estaba mojada.
- Oh mierda- Dijo Elsa reaccionando pronto y salvando los libros.
- Ves- Dijo Alonso al ver los libros mojados por algunas partes.- Si es que soy un estúpido.- Dijo golpeando su mano contra una de las mesas.
- Alonso tranquilízate- Dijo depositando su mano en su espalda, asta que de pronto oyó como un sollozo- ¿No estarás llorando por esta tontería verdad?- Dijo sentándole en una de las sillas y arrodillándose asta llegar a su nivel. Con su pulgar le quito aquellas lágrimitas que tenía en su rostro.
- Déjame Elsa- Dijo Agarrando la muñecas de esta y colocándoselas a la altura de su cadera.
- Fue mi culpa no la tuya, perdóname.
- No tengo que perdonarte nada, ya te dije que soy tonto.  Soy tonto por que nunca entiendo las cosas, soy tonto por que hago cosas tontas.
- No haces cosas tontas.
- ¡Como que no!- Dijo quitándose la última lagrima- Mírate.
- Que -Dijo Elsa- Yo estoy bien
- Ahora, pero tenías que haberte visto ayer. Nunca puedo hacer feliz a las personas que amo.
- ¿Me amas?- Se sorprendió Elsa dando un paso hacia atrás.
- No- Respondió serio Alonso.
- Pero si acabas de decir.
- Eh dicho que no y no le des vueltas.
- Pero es que...
- Ya déjalo-Dijo levantándose de la silla.
- No pienso dejarlo- Dijo yendo detrás suya.
- No quiero hablar de esto- Intento concluir Alonso.
- Ya, pero yo si.
- Mira- Dijo poniéndose duro- me acerque a ti sólo por sexo, así que ya esta.
- ¿Qué?- Dijo Elsa dando unos pasos hacia atrás, atemorizada por aquellas palabras.
- Lo que oíste, querías saberlo pues ya esta.
- No te creo- Dijo Elsa retomando el paso que deshizo.
- Pues creerlo.
- Por que me dices eso- Dijo dolorida- Por que quieres que te odie, por que quieres que trabaje contigo, quiero decir, sólo estamos trabajando nosotros y no entiendo nada, ¿Y el jefe? quiero hablar con él.
- El jefe soy yo.
- Como una persona de dieciocho años va tener su propio bar. ¿ A que vienen estas clases? Dijiste que no podrás ayudar a alguien ¿A quien Alonso?
- sólo sexo- Dijo Alonso, sin contestar a ninguna de sus dudas.
- ¿Si? -Preguntó sin querer creerle. Se acerco a él y agarro su rostro con sus pequeñas y delicadas manos se acerco a él, mirándole a los labios  atisbándole de que lo pensaba hacer. Sin embargo para ser sólo sexo, el se que estático esperándola.
Volvió a sentir esa sensación de paz, de estar en casa. entrelazo su lengua con la de él, sin querer acabar ese beso. Pudieron pasar minutos asta que se separaron.
- ¿Eso también te pareció solo un beso?- Preguntó Elsa.
Y entonces se produjo un silencio, Elsa solamente esperaba que dijera que no o que si, que dijera algo, pero no justamente lo que el hablo.
- Mañana por la mañana no podrás venir por tus estudios pero ¿Podrás venir por la tarde?- A lo que ella fríamente asintió.- Entonces hasta mañana.


Al día siguiente Elsa se pasó por el bar por la tarde, no sabía porque lo hacia, pero había algo que la pedía ir allí. Fotocopio algunos apuntes suyos de tercero de la eso sobre logarítmos y mil cosas más con ejercicios, y después de estar lista se fue al bar.
- Te queda bien el uniforme-Dijo Alonso nada más ver a Elsa, no esperaba que viniera después de lo que paso ayer.
- Oh, valla se me olvido por completo cambiarme. He estado pensando en unas cosas mira- Dijo agarrando una tabureta para sentarse. Se quito la mochila, abrió la cremallera y puso en la mesa, con cuidado de que no aya ningún líquido, miles de papeles
- ¿Qué es todo esto?
- Apuntes de mis años pasados, esto, te ayudará mejor a entender las cosas.
- Te dije que no- Dijo serio.
- Ya y yo digo que si. Mira no te preguntaré más cosas, ¿De acuerdo? Entiendo que haya cosas que no me puedas contar igual que yo también tengo secretos que tu no sabes. En cuando a lo de desesperarme, mi amiga Cristina me enseño que cuando estuviese al borde de gritarte cuente diez y me relaje.
- ¿Y después de lo que te dije?
- ¿El qué?- Dijo haciéndose la loca.
- Lo del sexo.
- Bueno en cuanto eso... se que el beso significo algo más para ti, igualmente cumpliré mi favor y me quedaré asta el próximo domingo y después no tendré que volver a verte.
- Vale.
- ¿Entonces trato echo?- Dijo Elsa.
- Trato echo- Dijo el tendiéndole la mano, sin embargo Elsa asomó su cabecita por la barra asta llegar a dale un pico en los labios.
- ¿Y eso?- Pregunto Alonso con una sonrisa, mientras ella congía el uniforme del bar para cambiarse.
- Yo cierro así los tratos.- Respondió queriendo parecer convincente
- Entonces no quiero que hagas tratos con nadie más- Dijo al pasar por el vestuario para entregar el pedido a una de las mesas.
No sabían por que,  pero así eran ellos, a veces se querían matar y otras tantas no paraban de decir cursiladas.

Y así pasaron los días, se cabreaban, se odiaban con todas sus fuerzas, pero luego volvían a la normalidad. A veces parecían las típicas parejas que te encuentras acaramelados en el banco de un parque, pero otras, parecían un matrimonio a punto de divorciarse.
Encima esto aumentaba debido a que Alonso tenía demasiados secretos que Elsa quería adivinar. Aunque prometió no preguntar eso no le quito el no curiosear.
Lo peor era cuando alguno de los dos se dejaba llevar por los nervios, sobre todo Elsa, que poco a poco de ir contando asta diez para calmarse acabo sin contar y gritándole,  y entonces el por orgullo gritaba más alto, parecía la típica discusión en la cual el que gritaba más tenía más razón. Pero después uno de los dos callaba la boca del otro con un beso que transmitía furia y pasión, asta llegar a ser tierno y dulce.
Ni siquiera ya sabían si se odiaban o se amaban, aunque Alonso tenía claro que no podía amarla. Incluso se lo decía y esta con lo cotilla que era preguntaba por que, y otra vez les llevaba a una discusión con reconciliación al final.
Cuando Elsa venía feliz del colegio, era la mas tierna y le saludaba con algún beso que otro, sin embargo cuando no, le ponía malas caras y otra vez acaban enfadados.
Ya ni siquiera tampoco sabían por que se besaban. Al principio ponían la escusa de para callarse, después acabaron besándose por puro placer de querer hacerlo, pero al final... al final era algo como una necesidad.
No eran nada, bueno si, amigos. Amigos raros, porque ellos nunca fueron normales.
Alonso le pidió que se quedará otra semana más en el bar y como no Elsa acepto encantada, prometió no arrepentirse, pero luego se retracto al cabrearse minutos después. No apareció durante dos días, pero al tercero al sacar un diez en matemáticas volvió a aparecer como un huracán revolviendo le los sentimientos de nuevo a Alonso, aquella niña era pura bipolaridad. Aunque el no se quedaba atrás.
un día antes del domingo que tanto Elsa odio, un borracho al que atendía Alonso se atrevió a darle con su mano en su respongon culo, y Alonso llevado por la furia del momento y la posesión, le echo fuera del bar con todos sus amigos. Entonces fue ahí cuando Elsa se enamoró perdidamente de él.

- ¿Qué tal va por aquí esto?- Dijo un hombre mayor, de unos cuarenta años. Tenía el pie derecho con esayola y no tenía la mejor cara del mundo.
- ¿Qué haces aquí? Te dije que no te movieras- Dijo Alonso levantandose rápidamente para que aquel hombre pudiera apoyarse en él.
- Y esta muchacha tan guapa- Dijo. Y Elsa temió de que fuera un borracho, aunque no tenía pinta.
- Una amiga papa- Se le escapo decir.
- ¿Qué tal va el bar?
- Bien, y te vuelvo ha decir que no tenías por que haber venido, mama y tú os necesitáis.
- Para de tratarme como si fuera un trasto- Dijo sentándose enfrente de Elsa.- Dime preciosidad, ¿como te llamas?
- Elsa- Dijo esta, esta vez más calmada.
- ¿Eres la novio de mi hijo?- Preguntó mientras Alonso se sentaba en su sitio de nuevo.
- Papa- Reprimió Alonso.
- ¿Entonces?- Pregunto este a Elsa.
- Nose- Dijo.
- ¿Qué?- Respondió de inmediato Alonso- No ella no es mi novia.
- ¿Ah no?- pregunto Elsa ofendida.
- No, nunca quedamos en nada.
- Uff me da ami que será mejor que valla a ver todo el bar, esto va pa rato hijo- Dijo escabullándose.
- ¿Entonces por que me besas?-Preguntó Elsa
- Por que tu me besas
- ¿Y por que te beso yo?- Se preguntó a si misma.
- Por que te gusto- Dijo de forma arrogante.
- No, te beso por que tu me besas- Dijo.
- Y yo también.
- Pues entonces voy a dejar de besarte.
- Vale asi yo podre también dejar de besarte.
- Oye- Le golpeo- Como si fuera una obligación.
- Nunca rechazo a ninguna mujer, por que debería rechazarte a ti.
- Por que yo no soy ninguna.
- Entonces menos para rechazarte.
- Pues entonces te rechazo yo a ti.
- Pues vale.
- Pues ya esta-.
- Pues ok.
-  Me voy.
- ¿Qué?- Respondio Alonso.
- Qué me voy- Dijo en alto.-Sordo.
- Y tu tonta.
- ¿Por qué?
- Por que si.
- Mira menos mal que hoy es Domingo y no tengo que volver a ver tu cara.
- Ni yo la tuya.
- Adiós- Dijo agarrando todo como pudo.
- Anda ven- Dijo Alonso, agarrándola de la mano, provocando que Elsa tirase todas las cosas al suelo y se agarrará al cuello de Alonso, el cual este la agarro de cadera y esta enredo la cintura de el con los muslos. Se besaron con... desesperación, esta vez, era desesperación. Como si supieran que estoy iba a llegar en cualquier momento y llegará tan tarde, que... lo necesitaban. Con pasión desmesurada.
Elsa agarro los finos mechones de Alonso por la nuca atrayendo le más a su boca, para profundizando el beso. Después Alonso se separó con la respiración entrecortada.
- No decías que me ibas a rechazar- Dijo con una sonrisa arrogante.
- Siempre eres igual, creído-  Se acerco de nuevo a sus labios y al rato se separo- Y tú no dijiste que no me ibas a besar más.- A lo que Alonso se rió.
- Luego rectifique. ¿Crees que una vez provocando el pecado me dejare ir al infierno sin disfrutar más de él?- Dijo dándola un beso corto

- Valla valla- Dijo alguien en alto, lo que provoco que Alonso sin querer dejase de sujetar a Elsa de su culo y se cayera de espaldas.
- Oh lo siento- Dijo Alonso poniéndola de pie.
- pues hijo para no ser tu novia...- Dijo su padre- Anda recoger todo eso que esta apunto de venir tu hermano.
- Que vergüenza- Mascullo Elsa mientras ordenaba todos los papeles.
- Te quiero- Dijo Alonso besando su mejilla.
- Que has dicho- Dijo Elsa dejando de recoger los papeles y mirandote.
- N-Nada, recoge.
- Venga te oido, me has dicho te quiero.
- Que no Elsa, lo nuestro es sólo físico, creo que quedo claro ya una vez.

- Tato- Grito un niño pequeño entrando por la puerta.
- Ey machote- Dijo mientras le abrazaba y miraba la cara de cabreada que tenía Elsa.
- Hola- Dijo un muchacho de unos quince años.
- Hola- Dijo Elsa.
- Esta es la amiga que te ayuda- pregunto el mismo muchacho mientras Alonso depositaba al pequeño en el suelo.
- Si, es bastante lista.
- ¿Podrías ayudarme ahora?
- Con que- Pregunto Elsa desconcertada.
- Con las Matemáticas. No es que mi es que mi hermano no me explique bien lo que le explicas pero, bueno ya que estoy aquí.
- Oh- Dijo Elsa, formando una gran o con su boca, mirando a Alonso.
- Si yo... estaré en la barra- Dijo Alonso.
- No, ¿por que no te quedas?- Preguntó Elsa al entender todo.

El no era el jefe de este bar, por alguna razón sus padres no pueden atenderlo y la pidió ayuda. Y en cuanto a las clases no eran para él, era para que el pudiera explicárselo a su hermano, que tierno.
Después entre el hermano y Elsa surgió buena química, Alonso decidió irse a la barra del bar, se llevaban bastante bien y al parecer aquel chico lo entendía todo a la primera, eso le gusto no como la torpeza de Alonso, pero se sintió culpable al pensar eso.
- Valla, estoy impresionada de lo rápido que eres para entender las cosas- Dijo Elsa cuando aquel muchacho se tenía que ir.
- No te creas. Bueno pues adiós y gracias.
Después Elsa recogió todo y se cambio, cuando salió del vestuario vió a Alonso en la misma postura desde que se alejo de ella.
- Ey cariño, muy tierno lo que has echo- Dijo esta acariciando su rostro.
- Déjame
- Que te pica ahora, no podemos llevarnos bien durante más de dos horas- Dijo al sentirse ofendida por el rechazo.
- Vete con mi hermano, seguro que el con lo listo que es te llevará más antes a la cama.
- ¿Qué? Estas celoso o que- Dijo con la lágrima al borde.
- No, ya he visto como le mirabas y coqueteabas con él, no pensaba que fueras de ese tipo.
- ¿De que tipo?- Dijo más alto Elsa, a lo que Alonso no correspondió- ¡Eh dicho que de que tipo!- Chilló mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas- Sabes que- Dijo metiendo todos los papeles que quedaban en la mochila -  Me alegro de que sea Domingo y desaparezcas de mi vida- Se dió más prisa en meter las cosas- Me alegro de no quererte, por que tu ánimo cambia tan repentinamente que acabarías volviéndome loca, me alegro de no estar contigo. No paramos de hacernos daño- Ando asta la puerta la abrió, pero no podía irse del bar sin decírselo- Te odio, y no quiero que vuelvas a aparecer en mi puta vida.

10 Comentarios:

Anónimo dijo...

me encantaa! me muero de ganaas de leer el siguiente! sube pronto porfavor jajaja
un besoo
ANNA

AE dijo...

Gracias :) la verdad es que este capítulo lo hice feliz :) me gusto a mi mas que los otros xD. Seguro que subo pronto, yo voy al reves del mundo, cuando tengo examenes me da por escribir xD

Anónimo dijo...

buaa me encantaa!!! tengo ganas de saber como continua!!!
sube pronto, por favor!!! :D

AE dijo...

Muchas gracias anónimo ! :) y la verdad es que me incentivaste a ponerme a empezar el próximo capítulo :) besos !

sarus eyf dijo...

Quiero mas!!!!! estoy vicia quiero saber que pasa. Me encanta un beso.
Firmado:Sarus

AE dijo...

OOOOh mcuhas gracias sarus eyf :) de verdad, me alegro de que te guste :)
un besooo !!!

María. dijo...

Hola :)
Me ha encantado. Soy adicta jaja

Anónimo dijo...

necesitoo ya el siguiente!!!
esta novela es genial. me encanta!!

AE dijo...

Hola :) muchas gracias :) jajaja
dentro de poco publicaré :)

AE dijo...

Jajaja posiblemente mañana publique el próximo, muchas gracias :)
un beso !!

Publicar un comentario