Prometo publicar más seguido en esta Semana Santa ! Espero que les guste el nuevo capítulo ;)

Capitulo 11: Sentimientos enfrentados

Elsa se levantó a las doce de la mañana como acordó con Alonso, o mejor dicho, como él le exigió.
-¿Donde vas a estas horas?- Pregunto Cristina viendo como se maquillaba su amiga.
- Ya te dije que Alonso quiere enseñarme algo.
- Oye... ¿Seguro que no te gusta?
- Mmm...- Dijo mientras paraba de echarse el rimel y miraba a su amiga- ¿A que se debe esa pregunta?
- Nose- Dijo tumbándose de nuevo en la cama- Es demasiado extraño todo esto. ¿Estas segura de que no te gusta?-Volvió a preguntar
- mm... No- Dijo como si fuera algo obvio. Pero entonces por culpa de la tonta de su amiga esa pregunta se le atravesó por la cabeza, ¿Y si le gustaba? Es más... ¿Le gustaba? ¿Quería tener respuesta alguna?¿Le gustaba?- Claramente que no me gusta.
- mm-Ronroneo mientras se tumababa de lado.
- ¿Tienes algo que decir?- Dijo dirigiéndose al armario y elegir unos leggins negros con una camisa larga roja. Le encantaba el rojo.
- ¿Pretendes convencerte a ti o ami?
- Bueno me tengo que ir- Dijo agarrando un abrigo- Puedes irte cuando quieras- Cerró la puerta de su habitación despacio y entonces pudo oír la voz de su padre y su madre en su habitación riéndose  aquello la hacia feliz, aunque ahora se tuviera que encontrar con aquel estúpido. Bajo las escaleras a toda pastilla, y de ese mismo modo ando asta llegar al punto de encuentro.


- Te has retrasado- Dijo Alonso enseñándole la muñeca y señalando el reloj, pero cuando iba a seguir reprendiéndola esta totalmente natural se acerco y le dio un corto beso en los labios- ¿Qué haces?- Pregunto desconcertado.
- Saludarte- Dijo como si fuera de lo más normal. Sólo quería verle echando humos por la cabeza por haber echo lo que ella quisiera, sin embargo la que acabo enfadada fue ella.
- Pues no quiero que vuelvas ha hacerlo. Por cierto- Dijo mientras andaba y Elsa le seguía enfadada- hoy vas a pasar todo el día conmigo
- Pero yoo...
- Déjame acabar- La interrumpió molesto- Hoy vas a pasar todo el día conmigo, y vas ha hacer todo, absolutamente todo lo que yo te pida, si te ordenó que comas, comes, si ordenó que te sientes, te sientas, si ordenó que me beses, me besas. Pero ni mucho menas hagas algo sin que yo te lo diga. ¿De acuerdo? - Dijo, y al terminar la miro a los ojos. Se veía tan guapa cabreada.- He dicho que si de acuerdo- Dijo regodeándose.
-Si- Le miró con odio- ¿Qué vamos ha hacer?
- ¿Te he dicho que preguntes?- Dijo con una sonrisa arrogante, mientras se dirigía a su coche.
- Ah no, no- Respondió ella
- ¿No que?
- No me pienso montar contigo en este coche, no tienes carnet ni la licencia y si mi padre me pilla de nuevo me va ha castigar de verdad- A lo que él asintió mientras calentaba el motor del coche.
- Tienes toda la razón, puedes ir caminando si quieres, tu sólo pregunta por el Bar de Moe- Y dicho lo dicho cogió con toda su arrogancia y se dispuso a salir.
Mientras tanto Elsa no podía creérselo,  otra vez la dejaba allí plantada y mirándole,  pero a diferencia de las demás veces, hoy le odiaba con todas sus fuerzas.
Así que después de preguntar y preguntar a varias personas por fin encontró a aquel dichoso bar, que desde afuera tenía toda la pinta de estar lleno de borrachos y chicos jóvenes con manos largas. Además si tenemos en cuenta que su localización no es que fuera en algún sitio a plena vista, si no más bien en los peores suburbios de ese pueblucho.
- Llegas media hora tarde- Dijo Alonso tirando le un uniforme con delantal- Que sepas que te lo descontaré- Dijo haciendo reír a la chica, la cual la broma no la pillo bien.- ¿Qué te hace gracia?- Pregunto mientras Elsa entraba a la habitación de vestuario para ponerse el uniforme
- Que no tengo sueldo para que me descuentes nada- Dijo a un lado de la puerta.
- Ah de eso no te preocupes, me refería que te tocará pasar media hora más conmigo- Dijo el al otro lado de la puerta, lo que quitó definitivamente la sonrisa de la chica.

Posteriormente durante todas las demás horas que se tiraron trabajando de todo había pasado, de todo menos dejar de odiarle. Ella se encargaba de atender a las mesas pares, en las cuales casualmente se encontraban todo hombres, mientras que él se encargaba de las impares y como no, todas mujeres. Sin embargo había una notable diferencia, él se quedaba ligoteando con ellas mientras que Elsa no tenía con quien ligotear para ponerle celoso, debido a que todos estaban perdidos perdidos, vamos, que no estaban en este mundo. Incluso, uno de los borrachos de la mesa veinte intento coquetear la y rozó suavemente su mano con su culo, algo que le llevo a la cólera, pero lo que le llevo a una mayor ira, era ver al querido de Alonso apoyado en la barra de bar, mirándola con una sonrisa más que divertida, y sin querer entrar en discusiones ni protegerla.

- Hola ¿Qué les pongo de bebida?- Preguntó Elsa mirando su agenda de notas.
- ¿Elsa?- Preguntó uno del grupo.
- ¿Mario?- Dijo más entusiasmada de lo que estaría si le hubiera encontrado en la calle.
- Cuanto tiempo
- Ya ves, como hace casi un año que no nos vemos.
- Si, exactamente un año.
- Valla- Dijo mientras repasaba las demás caras, asta que al verle se le hizo un nudo en la garganta, ahí estaba el , su ex-mejor amigo. Ese típico amigo que tienes en la infancia del cual te enamoras de él, pero que después de pasar a otros grados más altos, en su caso bachiller, se olvidaba totalmente de que existes, pues justamente ese era Raul.
- Si, es que me fui a estudiar al extranjero y volví a retomar mi carrera aquí en España. ¿Pero bueno dime que haces trabajando en este lugar?- Preguntó curioso.
- ah- Dijo mirando a la mesa diecinueve, que fue en la última mesa que encontró a Alonso ligoteando, el cual ahora se encontraba mirándola serio.- Haciendo un favor a un amigo
- Como no, tú siempre tan amable.
- ¿Qué haces?- Dijo de repente Alonso haciéndola girar.
- Nada.
- Si, estas coqueteando
- No- Dijo Elsa.
- Si, y no me lo niegues.
- Te lo niego.
- Mira, será mejor que te vallas a atender a otras mesas.
- ¿Por qué? sólo estaba tomándome un descanso.
- Si quieres me encargo yo de esta mesa ¿Vale?¡Bueno que digo! Yo me encargo de esta mesa.
- Ah no,no.
- Y e dicho que si- La repuso con una mirada, haciéndola comprender quien daba ordenes y quien las cumplía.
- Pues podrías haber echo lo mismo con la mesa veinte ¿No? que bien se lo pasaban intentando toquetear me.
- Sólo quería ver como te las arreglas- Dijo quitando le importancia.
- Me estoy cansado- Dijo ella.
- Y yo también, y si no quieres que...- Se paró al ver tantos ojos mirándole-  si no quieres que cuente algo, será mejor que te vayas- Dijo en bajo.
- ¿Te esta molestando?- Dijo aquella voz, por lo que Elsa se volteó. No podía creérselo, después de tanto tiempo sin oír su voz, por fin se dignaba ha hablar la, y esta vez ha defender la incluso.
- No- Dijo sin querer quitar aquella guerra de miradas con Alonso- Gracias-  Le sonrió a Raul- Algunos deberíamos controlar nuestros celos- Dijo sonriendo mientras bailoteaba hacia la barra dando saltitos.


Después de unas horas...

- ¿Donde estas?Te estamos esperando para comer.- Se oyó por la otra línea.
- Ahí, lo siento mama, es que se me olvidó avisarte de que hoy no me pasaría por casa asta por la tarde-noche.- Dijo dejando el uniforme doblado encima de una mesita.
- ¿Y eso?
- Bueno me he encontrado con Mario y...
- Bueno si es eso no pasa nada, me alegra de que ese chico tan bueno y tú os sigáis tratando. Adiós mi niña.

- Bueno Elsa nosotros ya nos vamos- Dijo Mario después de que ella guardase su móvil.
- De acuerdo- Dijo feliz- Por cierto, por favor, si alguien te pregunta comimos juntos y pasamos la tarde.
- Vale. Adiós, y espero no tener que volver a esperar un año para volver a verte.
- Adiós- Dijo despidiéndose con la mano

- Ven vamos a comer- Dijo Alonso, agarrándola de la muñeca con la que se estaba despidiendo.
- ¿Donde vamos?
- A la mesa del fondo, allí no corre el aire.
- Ah, que comemos aquí
- Si, es algo claro ¿No?- Dijo tratándola como una retrasada.- ¿Quién eran esos?- Pregunto una vez que se sentaron.
- Unos amigos. ¿Por?
- No pienses que estoy celoso- Dijo mientras quitaba la cebolla de la hamburguesa.
- No lo pienso- Dijo mientras sonreía.
- Si lo piensas- La acusó.
- No.
- Si
- Bueno vale, si lo pienso.
- Ah ¿Así? y sabes que pienso yo, que ha esa camisa roja que te hace tan atractiva necesita un poco de color- Dijo estrujando la bolsita de mostaza.
- ¡Pero que has echo! Era una de mis camisas favoritas. Ahora verás- Dijo cogiendo el Ketchup.

Y entonces entre tanto Ketchup, Mostaza, Barbacoa y lo que no era esto era de otras mil especies, se llenaron las camisas, los pantalones, e incluso los rostros y el cabello de todo un poco, adoptando colores inimaginables, y absortos en aquel juego de niños lentamente se encontraban más juntos uno del otro. Divirtiéndose sonriendo, y olvidado un poco la arrogancia de Alonso. Y entonces vuelve a surgir, otra vez encontronazos de labios y lenguas que se sientes cómodas acariciando la del otro. Pero esta vez era diferente, esta vez no se trataba ni de ordenes ni exigencias...
- Yo...- Dijo una vez que Elsa recobró el sentido y se aparto.- Lo siento.
- Yo no- Dijo de forma presuntuosa Alonso.
- Mira, sabes que, ya me he hartado- Dijo agarrando su abrigo- tú quizás puedes jugar, pero yo no quiero jugar este juego, por que soy tonta y acabo enamorándome demasiado pronto de la persona más equivocada, además de que te odio por no haberme defendido y por tratarme con tanta insolencia.- Y andando hacia la puerta unas palabras suyas la hicieron parar.
- Se algo de ti.
- Ya no puedo más- Dijo abriendo la puerta del bar con una lágrima en sus ojos.

¿Acaso no le odiaba?¿Acaso aquel tonto no había dejado de tener importancia para ella? Seguramente todo esto es culpa de Cristina y de haberla echo reflexionar, y ahora se encontraba con dos sentimientos enfrentados entre sí.
Nunca le importó Sergio.
Alonso, quizás demasiado.

Ayer en la fiesta...

- ¡Otro chupido más!- Pidió Snadra al camarero, el cual se encontraba dudoso en cuanto si servirlo o no, aquella joven ya iba por su décimo chupito.
- Hey hola- La saludó Rub
- Hola- Contesto exagerando su sonrisa debido a su borrachera.- Pensaba que te vería más pronto.
- Ya, es que he tenido problemas.
- Si ya, entiendo- Dijo sin entender nada- no hace falta que aparentes que te gusto.
- Hey ¿Cuantos levas ya?- preguntó al verla tambalear y otro chupito más delante de ella.
- Unos, además que te importa.
- Espera, espera- Dijo agarrando aquel chupito que estaba a punto de beber- No puedes beber más.
- Aguafiestas- Dijo mientras miraba al suelo.
- Y si me gustas.
- Mentira, si no me hubieras llamado.
- Ya te dije que tuve problemas.
- Ya.
- Anda ven - Dijo atrayendo le la cara con sus manos, pero antes de rozar sus labios apareció Pedro.
- ¿Qué haces?- Dijo apartándola de ella.
- Estar con ella.
- Vete- le fulminó con la mirada- Ya me encargo yo.
- Ya pero yo estaba...
- Si ya, vete- Y este sin querer buscarse problemas se fue.
- ¿Te encuentras bien?- Dijo Pedro agarrando su mano.
- No me toques ¿De acuerdo? Todavía no me encuentro lo suficientemente borracha para olvidar el daño que me has echo.
- Lo siento, pero ahora no te encuentras bien, y no es cuestión de lo que he echo o dejado de hacer, es cuestión de que te sientas bien. Así que debemos ir a un sitio donde puedas tumbarte y que se te pase la borrachera.
 -Si estoy borracha es por tu culpa- Dijo haciendo el ademán de irse.
- No ven- La sujeto la mano- Te llevaría a casa pero no creo que a tu madre la gustase verte así, así que iremos a la mía.
- No, me prometí no volver a entrar en tu casa- Dijo antes de salir de la fiesta.
- Entonces no me dejas de otra- Dijo cargándola y esta oponiéndose  Una vez en el coche Sandra se cruzo de brazos mientras la miraba.- No te preocupes, no va a pasar nada- Dijo conduciendo.
- No estoy así por eso, si no por que para mi si significaron algo esas veces en las que hacíamos el amor. ¡AUCH! otra promesa suya incumplida, se prometió no volver a pensar en eso.


- Para mi también- Dijo una vez que el recorrido ya se había realizado y estaban parados en frente de su casa.
- No quiero entrar- Dijo temerosa, aunque aquello no lo llego a oír Pedro ya que se encontraba dando la vuelta al coche para volver a cargarla.
- Te encuentras mal- Dijo llevándola en brazos.- Y aunque me odies no voy a dejar que acabes en manos de algún aprovechado.
- Pues déjame decirte que ahora el aprovechado pareces tú- Dijo mientras que Pedro la dejaba de pie en el suelo y entraba a aquel pasillo que tantas veces odio. Después sabiendo el recorrido más de lo que hubiera querido entro en su habitación, se quito las botas y se tumbo.
- ¿Quieres que te deje un pijama?
- No déjalo- Dijo al recordar como sus pijamas olían a el, y el recuerdo que aquello le traería.
- Si anda, toma, con esto te sentirás más cómoda- Dijo tendiéndole el pijama.
- Gracias- Le agradeció mientras Pedro retrocedía hacia atrás- No te vayas- Dijo con la cabeza agachada, ahora mismo todo daba igual, por que ahora podía dejar de pensar en su infidelidad, podía dejar de pensar en que ya no eran aquello que tanto le gustaba, podía dejar de pensar que le odiaba, por que ahora sólo quería que el no se alejase de  ella.
- No creo que quieras que me quede.
- Si- Dijo mirándole a los ojos- Y quizás me tomas por tonta, pero si quiero, ¿por que no dormimos juntos?
- Por que mañana cuando te encuentres plenamente bien, te arrepentirás.
- Nunca me arrepentiré de nada que este relacionado contigo- Dijo sentada en la cama y con un pie fuera, en el suelo, atrayendo su rostro.
Le beso, le beso como si fuera el último beso antes de que el universo se extinguiese. Le beso y le beso y le siguio besando mientras que él emitía algún gruñido interior que no pudiese salir de su garganta, tenía que alejarse, se lo debía a ella, pero el sólo pensaba en él y en esos mismo momentos quería que fuera suya y dejarse llevar.
- Te echado de menos- Le dijo Sandra. Que para gusto de él no le aterrorizo aquellas palabras, a cambio le dio más excitación.
- Y yo, y no sabes cuanto- La respondió.
- Te quiero.
- Te amo- Dijo, pero aquello si le sorprendió más de lo que pensaba, nunca en su vida había vuelto ha decir aquella palabra desde que conoció a Alonso, el fue como su profesor, y una de las normas era no enamorarse nunca de una mujeres, si no querer a muchas. Pero sin querer su corazón ya la pertenecía.
- No... no quiero alejarme nunca más de ti.
- Yo tampoco.
- Quiero que sigamos juntos toda la vida y tengamos nuestra casa con hijos- Dijo mientras el bajaba a besadla lentamente el cuello. Se sentían como en una burbuja en la que evadían la realidad.
- ¿Que prefieres niña o niño? -La preguntó mientras la ayudaba a quitarse aquel vestido ceñido.
- Niña- Dijo mientras este la hacia un recorrido de besos.
- ¿Que nombre le pondríamos?- Dijo parándose en su ombligo para mirarla.
- No lose. ¿Matilde?- Preguntó riéndose.
- ¿Matilde?- Dijo mientras la ayudaba a quitarse el sujetado- Suena muy empllon.
- Si tienes razón. Mejor ... Jenny- Y entonces en ese momento la pompita hizo plop, como si una aguja malintencionada hubiera ido solo a molestarles. Pedro se echo a un lado, no podían estar planeando una vida mientras que el la había engañada, se sentía ya demasiado miserable para seguir desnudando la  por lo que simplemente dijo.
- Será mejor que durmamos-Dijo dándola la espalda
- ¿Eh echo algo mal?
- No, tu no, pero yo si- Dijo cambiando de lado y mirándola a los ojos.

2 Comentarios:

Pequeñas ilusiones(L) dijo...

Me encanto cielo!
si es que dios lo enganchada que estoy a esta historia:$
Alonso que deje de tratar mal a la pobrecita de Elsa, yo es que si estuviese en su lugar no hubiese dejado que Alonso me mande así como un perro porque ya lo viví y paso de que me lo vuelvan a hacer, yo si fuese Elsa no aceptaría y si Alonso me insistiese porque contara el secreto que tuviese Elsa, yo le diría algo como: ¿Qué vas a contar? ¿Que he encontrado a mi príncipe azul? ¡Pues grítalo, grita que alguien se atrevió a amarme y no se acojonó como lo hiciste tú!
jajaja sí lo sé me estoy tomando la historia muy personal :S pero no sé por si te ayuda yo te doy mi opinión :)
Y me alegro que Pedro parase porque eso significa que de verdad se arrepiente y que la quiere (L)
Un besazo preciosa y ya sabes que tu historia es awwwwww y que la ADORO!!!!!

AE dijo...

Wauuu muchas gracias pequeñas ilusiones :)
jajajaja, ya yo también vivi que me mandasen como un perro pero Elsa no jajaja y le tocaba vivirlo. Si esa sería una buena respuesta jajajajajajaja gracias me encanta tu opinión, espero que me la sigas dando xD.
jajaja muchas gracias de verdad :)
besoos!

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