Nota de autora: Me ha salido un poco corto el capítulo, es que la sorpresa quería introducirla en el otro capítulo, así que bueno jajajaja lo siento :)
Ahí estaba él, frente a ella. Pero no en las circunstancias que le hubiese querido ver. No inclinado hacia aquella chica tan terriblemente guapa y contándole algún secretito en su oído, con una sonrisa de lado.
Ahí estaba él, frente a ella. Pero no en las circunstancias que le hubiese querido ver. No inclinado hacia aquella chica tan terriblemente guapa y contándole algún secretito en su oído, con una sonrisa de lado.
Definitivamente, no le quería ver así, aunque en esos momentos ni siquiera le quería ver.
Aquella chica con el cabello castaño y ojos grises comenzó a esbozar una sonrisa coqueta, retorciendo su dedo entre su pelo, formando bucles.
¿Qué era todo eso?¿Qué estaba sucediendo?
Tuvo unas inmensas ganas de desmayarse en ese momento, de que la sacasen de allí. El miedo la invadió por dentro de forma sobrenatural. El cuerpo la temblaba y se encontraba más nerviosa que todas aquellas veces en las que tenía algún examen difícil. En aquellas veces en las que creía que aprobar o suspender era todo. Y ahora... por alguna tonta razón se sentía suspensa. Suspensa en la asignatura del amor, suspensa en ser feliz, suspensa en sentirse querida. Suspenso.
Sin duda aquel suspenso era otra cosa comparada con la regañina de sus padres cuando llevaba un insuficiente a su casa. Incluso otra cosa como cuando se sentía decepcionada consigo misma.
Ahora se sentía decepcionada de él, de ella, de esa chica y de todo el mundo
No sabía que estaba pasando, las emociones que la embargaron no la dejaban pensar con claridad y conectar ideas, pero algo en su interior la dijo que algo estaba yendo mal.
De pronto todo comenzó a tener sentido. Comenzó a tener sentido todas estas semanas sin ninguna llamada de él, de ese plantón, y sobretodo, de esa chica sonrojada y con una sonrisa tímida asomándose por la comisura de su labio.
Sin saber que hacer, agacho la cabeza y paso por el lado de él, que ni se inmuto asta que accidentalmente sus hombros chocaron, y esto, provoco su distracción.
- Haber si miras por do...- Se quedo a medias al ver ese cabello tan singular. Ella giro su rostro para mirarle a los ojos, para hacerle ver que le había pillado con las manos en la masa. Ella... solo quería encerrarse en su cuarto y no salir jamás de él.
Alonso sin saber bien como reaccionar y torpe, le dijo unas palabras a la chica joven con los ojos azules y corrió hacia Elsa. La agarro de la mano y la hizo girar para que quedase frente a él.
- Hola- Intentó sonreír.
- Suéltame - Dijo a regañadientes, sin embargo no obtuvo ese tono amenazador que esperaba. Su voz sonaba ropa, dolida.
- Te echado de menos.
- Suéltame- Volvió a repetir más convencida, y este la obedeció. Se giro de nuevo para dirigirse hacia los baños asta que la voz de él interrumpió su paso.
- Si vete, vete y perdamos todo. Venga vete. Perdamos las motos, los jazmines, y bajo los cuatro escalones en los que siempre te espero. Perdamos todo. O no lo hagamos, pero para eso debes quedarte aquí. Tú decides- Sonó alto, claro y firme. Pero no tan elevado para que la chica de cabello castaño le oyese.
- ¿Qué...- Dijo girándose totalmente y manteniendo la distancia entre ellos- Qué estas diciendo Alonso?
- Lo que oyes. Si tú te vas, yo no me quedaré aquí esperándote.
- Pero como tienes tanta cara- Dijo mientras andaba hacia él, y Alonso esbozaba una pequeña sonrisa nerviosa.- Como puedes ser tan extremadamente estúpido. Te...te...- le costaba decir- te he visto.
- ¿Como me has visto?
- Te he visto con esa chica ¿Cómo que como te he visto? ¡estas tonto o que!- sonó furiosa.
- Tonto por ti.
- ¿Puedes dejar de decir tonterías y tomarte enserio esto por una vez? Aunque sea por una maldita vez joder.
- Lo estoy haciendo, pero estas exagerando todo.
- No lo estoy exagerando. ¿Quién es ella?
- Ella...- Se rascó la nuca- Ella es mi prima.
El cuerpo se le congelo, ¿Su prima? No era ella su amante, o su novia...
¿Su prima? Eso sonaba raro.
- No puede ser- Negó con la cabeza.
- ¿Por que no Elsa?
- Te he visto- Volvió ha decir- Tu te estabas insinuando y ella estaba encantada de ello.
- Elsa, lo celos te están cegando.
- No... no me están cegando- Dijo de forma torpe- Yo lo he visto ¿De acuerdo? Se bien lo que veo.
- Y yo lo que hago.
- Pues no lo parecía- Dijo atropelladamente.
- Elsa por favor, hablemos de esto más tarde, hay mucha gente y...
- ¡¿Cuando?! cuando me des otra vez plantón sabes yo... yo pensaba que me querías- Se ablando y los ojos de él también- yo pensaba que... que después de todo me apreciabas. yo...
Y entonces vio cuanto daño la hizo, vio todos aquellos sentimientos reflejados en sus ojos que nunca le dijo.
Alonso volvió a componer su compostura, y esta vez decidido e intentando no causarla daño en su corazón la agarro fuertemente de su muñeca para que no se escapase, y sin saber bien que decir para arreglar aquello dijo lo primero que le vino a la cabeza
- Hola prima- Dijo dándola un golpecito en la espalda a esa chica
La chica se encogió, frunció el ceño y se dejo llevar por algún pensamiento doloroso, pero eso solo fue una milésima de segundo, que nadie, menos Elsa, pudo notar levemente. Después esbozó una gran sonrisa.
- Hola.
- Mira te presento a una amiga, Elsa.
Ahora la que tenía la cara desencajada era Elsa ¿Una amiga? Pero que cojones era todo aquello, porque estaba resultando de lo más extraño. Además ¿Por qué no la presentaba como su novia? ¡Ella era su novia!, y en esos momentos tenía la misma cara de dolida que aquella chica momentos antes, pero Elsa, no tuvo el tiempo suficiente para analizar aquello.
- Encantada- sonó seria.- Entonces... ¿Este era el asunto importante?
- Si.- Se produjo un silencio, y aquella afirmación provoco tanta alegría a la chica de ojos azules que se colgó del cuello de él, mirándolo, alabándolo, algo que saca de sus casillas a Elsa.
- Bueno pues quieras hablar me llamas- Se giró y volvió adentro de la sala, con un gran nudo en la garganta y un mal presentimiento.
¿ Suspenso o aprobado? Ya ni siquiera lo sabía.
En otro lugar de la ciudad...
- ¿Nos comemos un helado?- Pregunto Jenny a Sandra en pleno finales de Febrero.
- Claro, ¿Cual quieres? que voy yo a por ellos.
- A pues- se toco la barbilla pensativa- de Vainilla.
- Vaya también es mi favorito- Y las dos se sonrieron.
Cuando Sandra volvió con los helados, le tendió a Jenny el suyo, y rápidamente comenzaron a lamer lo
- Pensaba que era a la única que le gustaba comer helado con el frío.
- Pues te equivocas.
- Bueno- Pregunto mientras andaban hacia la casa de Sandra- Cuéntame como te ha ido con tu galán.
- Bien- se rió Jenny- De verdad cuando le vi pensaba que no tendría ni idea de nada, pero madre mía ¡Es un empollón!
- Pues mejor, así te ayuda con tus notas, no como el otro. Por cierto, si quieres vamos a mi casa y vemos una película o algo.
- No se... ¿y tú novio?
- Da igual, así le conoces, venga anda- Hizo pucheritos.
- Venga vale, no se como siempre consigues convencerme
Se rieron de nuevo y siguieron todo el camino a la casa de Sandra hablando, y sonriendo. Se habían conocido solo desde hace apenas tres semanas, y ya se sentían como almas gemelas. Les gustaba siempre lo mismo y reían entre ellas como unas ochocientas veces al día, además, últimamente no paraban de quedar y verse, porque se sentían a gusto con la compañía de la otra.
- Sabes, yo guardo una llave de repuesto debajo del felpudo- Dijo Jenny mientras Cristina la puerta y dejaba entrar a Jenny.
- Lose-Sonó una voz masculina, desgarrada, y bastante familiar para las dos.
- Espera-Se paralizó tanto Cristina como Jenny- ¿La conoces?- preguntó entusiasmada
- ¿Qué haces aquí?- Pregunto Pedro evadiendo a su novia, y con voz ruda.
- Ella es mi amiga.
- Pues ya no- Dijo mientras cogía cogía de la cintura a Sandra y la arrastraba hacia su lado.
- ¿De que os conocéis?- Preguntó esta vez menos emocionada San.
- Nada, ella es una prima mía.
- No mientras Pedro- A lo que él la miró amenazadoramente.
- Qué esta pasando aquí- Exigió saber Sandra más cabreada.
- Nada mi amor.
- Yo te diré lo que pasa, eres una gran amiga para mi y no pienso mentirte. Pero quiero que quede claro que yo nunca supe que tu Pedro era mi Pedro.
Sandra se quedo totalmente congelada ¿Había dicho lo que ella había oído? O todo fue producto de su imaginación.
- Repite- Dijo con la voz ahogada.
- Sandra, yo te juro que yo no lo sabía, yo no sabía que estabas hablando de mi Pedro.
- No es pera-Dijo seria- De mi pedro.
- Si eso, de tu Pedro, ya me entiendes. Además eso paso ya hace tres semanas Sandra. Él no me interesa.
- Pensaba que podíamos ser grandes amigas- Dijo decepcionada.
- y podemos, es más me caes genial. Yo no lo sabía...
- Vete- Dijo sin más.-Vete de mi casa ahora mismo.
Y Jenny con la cabeza agachada se dirigió asta la puerta.
- Llámame cuando quieras- Dijo antes de cerrar la puerta.
Mientras tanto en otro lugar...
- Ey pequeña, te has vuelto una viciosilla- Dijo alegre Alberto mientras Cristina desabrochaba los botones de su camisa.
- ¿Así?- Dijo cruzándose de brazos y dejando la mitad de la camisa de Alberto desabotonada, dejando ver su esculpido cuerpo- Pues sabes que, me voy a comer galletas con Nesquik- Dijo girándose hacia la cocina.
- Ah nono, lo que uno empieza, uno acaba- Sonrió provocadoramente mientras metía sus manos por dentro de la camisa de Cristina.
- Me gusta más el Nesquik que tú- Dijo de formo jocosa mientras con un desaire sobreactuado giro sobre sus talones y fue hacia la cocina donde abrió el armario y cojio su dichoso Nesquik.
Eso sí, su querido Nesquik, fue lo único que le dio tiempo a cojer antes de que Alberto la cargará sobre sus hombros.
- Ey suéltame- Dijo dándole un leve golpe en el hombro.- Estamos en desventaja, no vale.
- Hola- Saludo Bella nada más entrar por la casa- Vaya, parece que he llegado en mal momento.
A lo que Cristina se ruborizó y acomodo su rostro entre el hueco del cuello de Alberto.
- ¿Cuando no llegas en mal momento hermanita?- Dijo revolviendo su pelo, mientras no bajaba a Cristina de sus brazos. La llevo a la habitación, la tumbo sobre la cama y cerro la puerta con llave.
- Ni lo intentes- Dijo Alberto, con un paso por encima de Cristina.- Anda ven- Se tumbo a su lado, y comenzó ha acariciarle el rostro.
- Nono- Dijo Cristina abrazándose al Nesquik
-Acabo de tener una gran idea.
- ¿Cuál?- Preguntó asustada.
- Yo y el Nesquik, un paquete de oferta. No comerás Nesquik a menos que lo esparzas por mi cuerpo.
- Oh vaya, pero que viciosin te estas volviendo- Dijo, devolvendole la suya.
- Con un cuerpo como este- Dijo con una sonrisa torcida de lado mientras la atraía hacia él, tirando de su cintura.
- Venga- Dijo, metida en el juego. Abrió la lata y cogiendo un poco con los dedos de su mano dijo- Te voy ha echar en el cuello- A lo que este correspondió encantado, y cuando sintió como le lamía el arco del cuello se estremeció automáticamente y eso provoco aún más diversión a Cristina- Ahora en los labios- Y la sintió dejándose humedecer por la lengua de su novia- Ahora...
- Espera, no lo digas, así tendrás a favor el efecto sorpresa- Y cristina Carcajeo mientras asentía estando de acuerdo.
Y así se tiraron toda la noche, descubriendo todos aquellos puntos que creían inexistentes, suscitando los que ya tenían latentes colgando un cartel de ellos que ponía "Excitación" y dejándose llevar una y otra vez asta lo alto, siendo uno mismo. Hasta que llego el amanecer.
Al día siguiente por la mañana...
- Hola- Le escucho por la otra línea.
- Hola Alonso.
- ¿Que te parece que quedemos hoy? Además creo que tenemos que hablar sobre lo de ayer, no me gustan tus celos.
- Y a mi tu actitud con otras mujeres.
- Bueno no quiero empezar tan pronto a discutir, ¿A que hora?
- A la que te venga bien.
- Entonces a las 6 estoy allí
- De acuerdo.
Seis horas después ( a las cinco de la tarde)
Elsa se levanta de la cama y coge su móvil vibrando en el escrito.
- ¿Si?
- Soy yo de nuevo amor- La sorprendió que la llamase tan cariñosamente.
- Hola ¿Qué pasa ahora?
- Que mira, me he dormido y llegaré tarde a tu casa, además tengo que pasarme por...
- Si ya, termina todo lo que hagas y después ven- Le cortó y corto la llamada.
Estaba tan cansada de sus desplantes. Estaba cansada de él, casada de sufrir y de amarle, cansada de verle ( aunque ya casi ni le veía) y también cansa en imaginar la próxima vez que se vieran. Estaba totalmente cansada. Así que simplemente enfundada en el vestido enfundado en su cuerpo, y con el cabello más liso que nunca, bajo hacia el salón y se tumbo en el sofá con los zapatos en el reposabrazos. Ahora su padre no estaba para echarla la charla.
- Ding dong- Sonó el timbre de la puerta y se despertó sobresaltada, dandose en la frente con el pico de la mes y además, cayéndose al suelo.
Se levantó adormilada, mientras se tocaba la frente dolorida, y abrió la puerta para encontrarse con Alonso.
El cuerpo se le llenó de tantos sentimientos, añoranza, amor, y dolor por su frente.
Además estaba confundida ¿Que hacía él aquí? Hasta que el golpe de su frente comenzo a dejar de doler y se acordó de todo.
- Hola- Dijo Alonso aún parado afuera.
- Hola pasa anda.
- Hoy estas muy guapa- Dijo mientras se dirigía al salón y Elsa cerraba la puerta.
- Gracias
- Te echado de menos.- Dijo atrayendo la hacia él.
- ¿Enserio?- preguntó incrédula ¿Entonces porque no la llamó?¿ Entonces porque la dejo en plantón Nada de sus palabras tenía sentido
- Si mi amor- Le dio un beso dulce
- Pues yo creo que no- Dijo sacando su lado guerrero
- Iba enserio cuando te dije que no quiero discutir, y también que estoy harto de tus celos.
- Yo no soy celosa- Le replicó- Nunca tuve motivos hasta ayer.
- Ya te dije que es mi prima.
- ¡Y que!- Dijo volviéndose loca- Conozco a amigos que encantados de la vida se follarían a sus primas.
- Elsa- La agarro fuertemente de la muñeca- Llevo sin sexo desde que te conocí, así que con eso no juegues.
- No juego, además, si quiero decir lo que pienso, lo digo, te caiga bien o mal.
- Si juegas, para mi ese asunto es bastante importante, llevo toda mi vida follando dos veces por días, y por estar contigo todo eso se ha ido al garete, así que que no se te ocurra acusarme de estupideces.
- ¿Y que? ¿Te vas a morir sin poder follar? Yo llevo diecisiete años de mi vida y aún no me he muerto.
- No es lo mismo cuando lo pruebas.
- Si ya...- Dijo girándose y dándole la espalda
- Lo siento- Dijo al fin- Aunque no se muy bien lo que tengo que sentir, lo único de lo que me arrepiento es de haber echo algo que te hiciese daño, no te llamé porque pensaba que estaba cabreada conmigo. Cuando me levante aquel día ya no estabas y no me habías llamado ni nada.
¡Era verdad! ¿Quizás por eso él no la llamaba?
- Gracias, pero es una tontería disculparse de algo que nos sabes que has echo mal.
- No lose, pero me duele tu sufrimiento, y aún más duele saber que soy yo quien lo provoca, perdóname Ya te dije que pensaba que estas enfadada
- La verdad es que no se me ocurrió eso, pensaba que quizás estabas enfadado conmigo.- Dijo cambiando de tema y aceptando sus disculpas, ella tampoco quería discutir
- ¿Enfadado por que?
- Bueno ya sabes...
- Nose.
- Por tus necesidades- Dijo señalando le por el tema anterior-Me he comido tanto la cabeza- Se le quebró la voz y aguanto las lágrimas en su interior- no vuelvas ha hacer esto, te daré todo lo que quieras, pero no me vuelvas ha hacer sufrir de esta manera.
Alonso se acerco a ella, tomando sus palabras al pie de la letra. La acostó en el sofá y meneo sus manos por sus curvas. Aquel vestido tan ceñido que se había puesto le quedaba realmente bien, y algo en su interior llameaba con el simple pensamiento de tenerla toda para él.
Saboreo su cuello y paro, cuando la mano de Elsa le detuvo.
- Alonso, aquí y ahora no- Pero en verdad ella no quería ni en ningún lugar ni en ningún momento, por dios, ella no estaba preparada, ella ni loca se veía casada con él.
En ese momento oyeron unas risas fuera de la casa y como las llaves entraban en la cerradura de la puerta. Se sentaron corriendo y Elsa alisó su vestido.
Cuando Tom entró y vio a aquella sanguijuela en su casa, se cabreo. No sabía muy bien el porque de que su hija, estuviese encerrada en su cuarto sin querer casi comer, pero segurísimo que el causante, era aquel bicho tonto sentado en su sofá, y para colmo en SU sitio.
- ¿Qué hace él aquí?- Pregunto de inmediato.
- Déjalos Tom- Pidió Esther mientras tiraba de su mirado a los cuartos de arriba.
- Elsa, no voy a volver a repetirlo.
- No hace nada, me ha venido a buscar y ya nos vamos- Agarro la mano de su novio y cogiendo el abrigo de ambos salieron de casa. - ¿Y ahora que hacemos?
- Ven- La agarro de la muñeca- Te tengo una sorpresa- Dijo con una sonrisa de niño pequeño.
Y ella también sonrió como una tonta, porque en ese momento se sentía dicha, victoriosa, triunfador, y finalmente aprobada con un sobresaliente
Y ella también sonrió como una tonta, porque en ese momento se sentía dicha, victoriosa, triunfador, y finalmente aprobada con un sobresaliente
2 Comentarios:
HOLAAAAAA :)
Ya sé, es para matarme por llevar sin comentar mmmm... 10 capítulos? Pero he estado tan ocupada y tan castigada que no he podido coger ni el ordenador ni el movil asi que perdoname.
Ahora vamos a lo importante, el capítulo - los 10 capítuloa en realidad- me han encantado, son sublimes siempre han sido así y cada uno supera al anterior con creces.
Que coño la pasa a Elsa? Que se sincere con Alonso y le diga que no esta preparada aún. Alberto cada día me gusta mas y a Pedro cada día le odio mas FUUUA.
Me encanta y esperare impaciente el siguiente.
UN BESO :))
jajaa HOLA!!! :)
jaja no pasa nada jajajaja, te entiendo porque yo todos estos días también he estado super ocupada y me ha costado publicar jajajaja Pero igualmente estas comentando como siempre :) gracias.
Jajaj muchas gracias, enserio :)
Ya, y lo ha echo pero un poco tarde jajajajaja. Si alberto es muy mono la verdad y Pedro bueno, esta con Sandra porque no tiene a nadie más.
Jajaja hablando de siguiente ya he publicado el próximo
BESINES ! :;)
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