Prometo publicar más seguido en esta Semana Santa ! Espero que les guste el nuevo capítulo ;)

Capítulo 26: Noche vieja

- ¡DE DONDE VIENES!- Chilló Tom nada más ver a su hija entrar por la puerta.
Desde que ayer, el día de noche buena, que echo a Alonso su hija no volvió a aparecer asta hora. Era por la mañana y si estuvieran en un pueblo los gallos estarían cantando destrozándose la garganta. Maldita sea, eran las doce y su pequeña hija se atrevía a aparecer a estar hora por casa. ¿Donde habría pasado la noche? Tan sólo imaginarse que quizás aquel insolente muchacho se había aprovechado de su pequeña princesa la sangre le hervía.
Elsa le miro fijamente y Tom pudo notar los chorreones de rimel que recorrían sus mejillas, después con la máscara más enfadada con la que le miró en toda su vida, siguió caminando para subir las escaleras y encerrarse en su cuarto.
Rápidamente, y anticipando cualquier movimiento más, Tom se levanto bruscamente del sillón rojo para salir detrás de su hija.
- Ábreme-  Dijo serio detrás de la puerta del cuarto de Elsa - Quiero saber de donde vienes Elsa.- Espero un rato- Elsa como no me abras echo la puerta abajo. Elsa no me retes- Se apoyo en el marco- Elsa, he dicho que me abras, soy tu padre y debes respetarme.
Pero Elsa seguía tumbada en su cama.
- Se que lo hice estuvo mal- Suspiró- Lose princesita, y me arrepiento de verdad.
- ¿Seguro?- Se oyó a otro lado de la puerta.
- No- Suspiró. Y al rato se oyó como algo chocaba contra la puerta.
- ¿Entonces porque lo has dicho?
- Cariño, lo he dicho porque eso es lo que tu quieres oír  Tú no entiendes a razones, podría darte una lista entera de porque ese chico no te conviene pero tú, te taparías los oídos y me ignorarías. ¿Como voy a luchar si no me dejas explicarte? Mira mi amor, yo se que ahora mismo, tu debes estar muy enfadada conmigo, y créeme que lo entiendo. Pero creo que tu también deberías entenderme cuando no quiero que te hagan daño. Mira ese chico... ese chico no me cae bien, no me gusta, me da mala espina. Y si, quizás todos los chicos no serían lo suficiente buenos para ti según mi opinión, es sólo... que me atemoriza la idea de que alguien pueda hacerte daño, y más si ese alguien es como él.
- ¿Y como es él papa? ¡Acaso alguna milésima de segundo te has atrevido a darle el beneficio de la duda! Yo podría apostar mi vida entera a que no.
- Pues no, tienes razón no le he dado ese beneficio, porque cuando se trata de ti, no doy el beneficio de la duda a nadie.
- Pues quizás tengas que dárselo.
- No hija- Y la puerta se abrió, dejando ver a una Elsa totalmente enfadada.
- Estas seguro.
- Si, no pienso cuestionarme si es bueno o malo, se que es malo para ti y punto, no lo quiero cerca tuya.
- ¿Sabes lo único que has conseguido con esto?
- Que.
- Que él lleve razón con respecto a lo opinión que tiene de mi viejo, testarudo y bobo padre.
- Pues que la lleve, yo también se que la llevo de él.
- No papa, se acabo, déjame vivir mi propia vida- Y así volvió ha cerrar la puerta tras de si, mientras que Tom ladeaba la cabeza.
¿De verdad no se daba cuenta de que él solo intenta proteger a su princesita de rosa?

En otro lado de la ciudad...


- ¿En Navidad también tiene que sonar este cacharro?- Pregunte Pedro abrazándola -Anda, quedate, es Navidad. Por cierto mi amor- ¡Mi amor!- Pasamos noche vieja juntos- A lo que Jenny asintió entusiasmada.


No sabe si fueron sus palabras las que la convenció, o simplemente que se encontraba desnuda a su lado, apoyada en su pecho mientras su vello corto la hacia cosquillas en la mejilla izquierda.
Le gustaría estar así toda su vida. Por que ese era el mejor lugar en el que podía estar.
Sin duda le quería, y temía a admitir que incluso quizás le amaba. Un amor en secreto, eso fue asta ahora.
Todo el mundo pensaba que ella era no virgen, que ella no era ninguna santa. Pero es que Jenny no tenía la culpa de ser guapa y llamar la atención  incluido de los que ya tenían pareja. Todas las mujeres calumniaban contra ella sin ni siquiera haber sabido que ni era tan mala como la pintaban ni tan buena.
Como todas las jóvenes se había besado con chicos, sin embargo espero a Pedro para su primera vez. Desde pequeñita siempre se prometió que su primera vez sería con un mejor amigo, pero ahora para ella Pedro era más que eso.
Era su primera vez, su vida, su mundo...

Un mal sueño consiguió despertarla, se sentó en la cama mientras podía notar el sudor recorriendo su espalda. Le miró, parecía tan bueno, y era tan increíblemente guapo.
Eran ya las diez y media, y no sabía porque, sentía que algo estaba mal. Se levanto de la cama y cuando vio la ropa doblada en la silla vieja del escritorio y una mochila colgada en una percha, recobró la consciencia.
Se arreglo lo más rápido que en su vida lo hizo y después salió corriendo de casa sin haberse despedido siquiera de su dulce príncipe.

No, ni siquiera en Navidad tenía vacaciones ¡Y como ella iba a tener vacaciones!¡Mierda! se había dejado llevar por la locura que su amante/mejor amigo la había inyectado, porque quizás para una persona con buenas notas si había vacaciones pero para ella no, ahora iba más que retrasada. Sin olvidar que hace poco falto al instituto y dieron aquel examen que le salió tan mal por haciendo caso a Pedro y no levantarse por las mañanas a estudiar, ni por las tardes, ni por nunca...
Cuando llego abrió la puerta de golpe y el aula ya estaba vacía menos por la presencia del profesor.
- ¿Ahora se presenta?
- Lo siento Señor Thomson pero es que tuve un despiste y...
- Vaya- Se estiro y se plancho su traje- Parece que usted es un poco despistada, tome- Le alargo el examen- Otro despiste añadido, ten cuidado Jenny- sonó más informal- quizás uno más y todo se acaba.

Y así abandono la clase, dejándola sola, con un dos delante de sus ojos y unas lágrimas que la destruían por dentro. No podía creérselo ¿Como había llegado al punto de inicio? Acaso todas esas noches estudiando asta la madrugada y levantándose pronto no habían servido de nada. Era como una carrera en la que hiciera lo que hiciese nunca ganaría.
Las rodillas le temblaban y su mano era un conglomerado de nervios, se sentó en el pupitre más próximo y apoyo la frente sabiendo que estaba sola en aquella clase. Un leve balbuceo se escapó de su garganta para después dejar paso a las lágrimas que manchaban la mesa, sus mejillas, y el examen.
Pero que importaba eso ahora, que importaba aquel estúpido examen y que importaría inundar todo de saladas lágrimas, si ya no había marcha atrás, lo hizo quedo echo y ahora le tocaba hacerse frente a ese examen. ¿Quería siquiera mirarlo?
Lo revisó, y después de revisarlo se dio cuenta de que se merecía esa nota, a ese examen no había chicha que sacarle...
entonces lo recordó todo, esos días anteriores no se había molestado ni siquiera en estudiar el tema. Pedro la mantenía bastante ocupada, además de que su rutina de estudiar por la noche se fue al garete desde que su mejor amigo/amante volviese.
Entonces lo tuvo bastante claro, necesitaba echar de su vida a Pedro.


Día de noche vieja...


Ese día Elsa se vistió con uno de sus mejores y favoritos vestidos negro y ceñido a su cuerpo.Salió dispuesta de su habitación y una vez en la planta de abajo se puso el abrigo.
- ¿Vas a comprar algo?- Preguntó Ted al ver a su hija dispuesta a salir.
- No papa, me voy.
- ¿Como que te vas? si estamos a punto de cenar.
- No me has entendido, no voy a pasar la noche vieja con vosotros.
-¿Qué?- pregunto asombrada Esther.
- Lo que oyes mama, tu no tienes la culpa pero...
- ¡Como que te vas, te has vuelto loca o que!- Grito Tom encolerizado- No me digas que te vas con ese canalla.
- Papa- Dijo con un deje de aviso.
- ¡Ni papa ni ostias!- Fue asta Elsa, con pasos firmes y una mirada impenetrable, tanto que Elsa dio un paso atrás temiendo por primera vez a su padre- Escúchame, como se te ocurra irte- Dijo bajando la voz- te echo de casa.
- Tom no digas eso a la niña- Le riño Esther.
-  ¿Es que acaso estas de acuerdo con la barbaridad que va ha hacer tu hija?
- No, claro que no estoy de acuerdo, pero tú la has obligado.
- No querida, Elsa- La miro de nuevo- te vas a quedar a ti- La cogió de la muñeca  y tiro de ella hacia el salón.
- Suéltame- Le ordeno zafándose de su agarre y volviendo al holl.
- He dicho que no te vas.
- Y yo que si, si no le quieres en casa entonces me voy con él.
-¡Qué no!- Chilló.
- ¡Qué si!- Chilló aún más Elsa mientras cerraba la puerta de un golpe seco y fuerte.

Dobló la esquina y se encontró con Alonso esperándola  Se tiro a sus brazos, y reprimió sus lágrimas porque ella siempre debía ser fuerte delante de la gente. Ella siempre intentaba inspirar temperamento y carácter  pero en momentos como estos el carácter se iba al garete.
- Pensaba que no ibas a salir.
- Me ha costado un poco, pero da igual mientras estemos juntos- Y sonrió Alonso- Bueno ¿Y el coche?
- Ah- Se rascó la nuca- En cuanto ha eso... mi familia ha vuelto y no podremos pasar la noche vieja en mi casa.
- ¿Entonces?
- No pasa nada, tengo un sitio ideal.

¿Un sitio ideal?¡Que cojones era eso!. ¿Ha esto lo llama un ideal? Si sólo era la mierda del parque de siempre en la parte alta alejada, a oscuras y con comida en un banco. 
Lo miro petrificada ¿En serio había dejado su cordero, su pollo, sus chirlas, sus cosas por esta cagada de cena? ¡Además como comerían las uvas!-
- Me entere de que por la radio también sueltan las campanadas- Parecía como si le hubiese leído la mente.

Que estaba pasando, no entendía nada ¿No se supone que ella era especial? ¡Y que si su familia había vuelto! Que más daba todo aquello, si ella le quería y lo había dejado todo por él, incluso a su familia.
No entendía todo aquello, de verdad que no entendía como podía ser capaz de sentarse en ese banco, comer esa comida, y seguir con una sonrisa en el rostro, sobretodo después de haberse dado cuenta de que ella no era tan esencial en la vida de él como en la suya.
- Mi amor- Dijo agarrándola de las manos suavemente debido a que no se movía-Se que no es gran cosa, ni a lo que estas acostumbrada, lo siento- Y agacho la cabeza haciéndola sentir culpable ¿Qué más daba todo? ¡Lo importante no era estar con él!
- Ey- Agarro su barbilla- No te preocupes, simplemente fue la sorpresa. En verdad con estar a tú lado me vale
Y Alonso alargo su sonrisa.
Se sentaron en el banco, que por cierto, no tenía ni respaldo.
- Lo siento por no darte algo mejor.
- No tienes que pedir perdón- Le dijo, e intento convencerse a si misma

¿Por que no le presentaba su familia? No lo entendía... Aquello la desilusionó, la hizo sentirse como una más de su paquete.
Después comió de aquel jamón rancio, del chocolate, de las bolsa de patatas fritas, de los gusanitos, del pollo, bebió cerveza y acabo.
- ¿Quieres postre?- preguntó ilusionado Alonso.
Pero con temor a que pudiera venir ahora negó. ¿Donde dormirían? Nunca ha dormido en la calle y esperaba no tener que hacerlo...
- Vamos que estarán a punto de empezar las uvas.- Encendió la radio corriendo, como un niño feliz y pequeño y como no, tenía razón.
Eran los cuartos y...
Uno. Le miró a los ojos y antes siquiera de masticar su primera uva sonó...
Dos. Se metió otra y la saboreo ¡Joder que coño era esto! ¿Uvas pasadas o que?Saboreo con asco y arrugo la frente.
Tres. Cogió la tercera con más lentitud y la metió corriendo en la boca. Intenta tragar sin masticar, se decía a sí misma. pero es que estaban malas malas, y entonces recordó aquel delicioso sabor en su casa, aquellas uvas que su madre se encargaba de pelarlas y...
- Cariño ya van por la sexta.- La previno Alonso.
Oh no mierda, ahora debía meterse tres de esas asquerosas uvas de sopetón  cogió de toda su fuerza y las metió cuando sonó otra campanada.
Siete. ¿ Cuantas quedaban?
Ocho. que sufrimiento, levanto los ojos y se encontró con la mirada de dolor de Alonso ¿Había notado su cara de asco? ¡Oh, no! Se recordó en sus otros años, masticando con fiereza y alegría e intento imitarlo, haciendo sonreír a Alonso.
Nueve. Que tortura.
- ¿Te gustan?- Pregunto, y Elsa intento asentir.
Miente mejor, Rugió su corazón, y Elsa asintió frenéticamente.
Diez. Joder...
Once.
y Doce.
Alonso se levanto entusiasmado y abrazó a Elsa, la llenó de besos y después se separó feliz.
- Ha sido genial compartir este nuevo año contigo.
-Igualmente
Pero en verdad ella no estaba feliz. Tenía frío, hambre y además estaba incómoda en aquel banco sin respaldo ¿Quien cojones hacia un banco sin respaldo? es de idiotas. Esta cabreada y no sabía bien porque, ella sabía que el no tenía las mismas comodidades que su familia pero de hay a cenar en un banco... en noche vieja.
Una lágrima se asomo por su pestaña
- Te quiero- La susurró cerca de su oído
Y eso fue suficiente para dejar todo atrás, para dejar el banco, la cena y las rancias uva. Casi se le olvida porque estaba con él, porque se querían y nadie dijo que fuese fácil, pero ella haría frente a cualquier cosa.
- Ven- La sentó en el banco, a horcajadas de él. -Te quiero ¿Vale? Que no se te olvide.
Y Elsa asintió y después se dejo transportar por los besos de él... ¿La quiere? y entonces porque no la presenta ante su familia ¿Quizás por miedo?¿Por que ella era una aventura pasajera o sino, porque sería muy rápido?
Todo era tan desconcertante, y se dejo llevar por sus pensamientos asta que noto como la mano de Alonso estaba rozando  su piel caliente y desabrochando su sujetador.
¿Que coño...?
- Alonso- Le miró con miedo, con terror. Pero él no se atrevió a contestar- Ya te dije que nunca lo he echo con nadie.
- Lo se mi amor, claro que lose- Dijo con voz cautivadora- es sólo que llevamos ya tanto tiempo juntos y...
- Te entiendo- Agacho la cabeza, sumisa, por primera vez sumisa.
- Si pudiera dejarme solamente explorar tu cuerpo- Y aquello llego como daga infernal a su corazón.
- Alonso es que yo- Dijo incómoda.
- Por favor, no haré nada que no quieras- Suplico

¿De verdad le estaba pidiendo permiso para meterla mano en ese sitio oscuro, asqueroso y en plena nochevieja? Pero que iba ha decir ella, si sólo era una joven de dieciséis años, inocente, y amándole con todo el corazón.
Asintió avergonzada ¡Ella no quería! Acaso él no se daba cuenta
Mientras las manos de él subían por fuera del pantalón de su muslo, Elsa cerró los ojos, ella no quería, ella se sentía sucia, ella estaba incómoda, ella odiaba eso, ella no quería recordarlo nunca más, ella... ella le quería, y entonces simplemente intento pensar en otra cosa mientras las manos de Alonso recorrían su cuerpo.

3 Comentarios:

Pequeñas ilusiones(L) dijo...

AE, hace mucho que no te escribo pero he estado muy ocupada :S
Jope vaya capítulo... comprendo perfectamente a Elsa, lo que no entiendo es el comportamiento de Alonso, ¿tanto la quiere para meterla mano en un asqueroso banco?
Además el sentimiento de Jenny hacia Pedro... pufff esperar tantos años para dar el paso de ser algo más que amigos y ahora dejarle ir...
Un capítulo muy conmovedor la verdad, llevo hoy viendo películas románticas que acaban mal y leo esto y puff hoy me has pillado en mi lado sentimental xD
pd:quiero saber más sobre la relación de Cris y Alberto espero que esa este bien, y hace mucho que se ha dejado a un lado y me gusta mucho *_*
ahh y con sandra tendremos que saber que ocurre que nos tienes intrigadas
Un beso preciosa espero el siguiente

AE dijo...

jajaa :) Hola pequeñas ilusiones,
no pasa nada, tranquila !:) yo soy feliz con que me leáis y os guste jajaja y entiendo. Ya... yo también comprendo a Elsa, pero bueno ya iré desvelando.
Ya... yo pensaba que no os ibáis a acordar de ella jajaja como salió solo al principio de la historia xD, pues si es difícil estar con la persona que quieres y lo peor después darse cuenta de que no es lo que te conviene y tener que "dejarle ir" por no decir echarle.
jajaajajaj yaa yo tmabién llevo un tiempo atraida por películas que terminan mal
PD: jajajaja pues justamente en el capítulo que viene hablo de sus noche vieja jajaja :) es que iba a integrarlo en este capítulo pero no estaba muy inspirada, quizás como sus noche viejas son "buenas" quizás hoy lo escribo que estoy muy feliz y ñoña jaja Y si Sandra también va metida en el próximo capí
un besoooo cariño :) Pronto, prometo, o eso espero... jajaja que hoy estoy optimista xD

AE dijo...

Por cierto perdón por si tengo faltas ortográficas en ese comentario es que no revise jajaja

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